Las comunidad del Sagrado Corazón pide a Educación que se implique

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

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Una delegación presentó un escrito solicitando una reunión urgente con la conselleira

23 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunidad del Sagrado Corazón pidió una vez más a la Consellería de Educación que se implique. Esta vez lo hizo de forma presencial con una concentración que tuvo lugar a partir de las 11.00 horas de ayer delante de la sede de la consellería en Santiago de Compostela. En representación de los sindicatos convocantes, Marta Ferreiro de la CIG, apuntaba que entienden que el colegio es una empresa privada pero consideran que pese a todo la Consellería de Educación tendría algo que decir dado que se trata de un colegio y, especialmente en atención a las familias de los estudiantes.

Argumentan la preocupación de los padres sobre el futuro del colegio lalinense y creen que desde la consellería tendrían que pronunciarse al respecto. Lo que se pretende es también que la Xunta se pronuncie respecto a la continuidad del concierto que garantiza, al menos las enseñanzas concertadas, en este caso los cursos de Infantil Primaria y ESO.

Recuerdan que a la vuelta de la esquina está la apertura del plazo de matrículas para el nuevo curso y consideran que la consellería tendría que decir algo respecto a la situación del centro ya que aunque la gestión del centro está en manos de una empresa privada esta recibe dinero público a través de los pagos para la enseñanza concertada.

Hasta Santiago se desplazó un grupo de profesores, padres y madres, junto con representantes sindicales. En la concentración ondearon las banderas de la CIG y de UGT, los sindicatos que forman parte del comité de empresa del centro.

Tras la concentración demandando respuestas a Educación, una delegación de representantes sindicales y trabajadores aprovecharon para presentar un escrito en la consellería.

A través de él, demandan a la conselleira de Educación, Carmen Pomar, una reunión urgente para hablar del colegio Sagrado Corazón. Piden que el encuentro, de ser aceptado, tenga lugar lo antes posible, de cara a conocer la opinión y la postura de Educación respecto al conflicto.

El objetivo de la concentración era también defender la continuidad del veterano colegio lalinense y los setenta puestos de trabajo que tiene en estos momentos.

Las trabajadoras de la guardería apuntaban ayer que la situación que estaban viviendo era insostenible y que seguían desempeñando su trabajo a diario pese a que el administrador del colegio les debe, dicen, cinco nóminas.

Estos días, desde la asociación de padres se desaconsejaba la realización de los pagos hasta que se demostrara la correcta titularidad de las cuentas. A esa desconfianza se sumaba una denuncia contra el administrador del centro por presunta y posible administración desleal cuestionando algunas de sus decisiones En este caso el administrador es también el propietario mayoritario del colegio y de la empresa.

A los sindicatos les preocupa especialmente el paso del tiempo. Marta Ferreiro explica que están en contacto permanente con el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra que se encarga del preconcurso del colegio y que llaman diariamente para saber si por parte del administrador del centro lalinense o de sus representantes se llevó a cabo la presentación de la documentación de cara a la solicitud voluntaria de concurso de acreedores.

Por parte del consultor del colegio, Félix Puime, se apuntaba que seguían con las conversaciones de cara a una posible venta con ambas posibilidades abiertas: o la venta o el concurso de acreedores. El día 26 expira el plazo en el Juzgado, pero los sindicatos temen que llegue esa fecha, el Juzgado pida documentación al centro y el proceso se demore.

Además de la concentración, los sindicatos convocaron para ayer una jornada de huelga que no tuvo demasiada incidencia. Según el colegio, la secundaron quince de un total de 65 trabajadores en plantilla.

La menor incidencia se produjo en Primaria, donde ningún docente, según informaciones del propio colegio, dejó de dar clase ayer. Por el contrario, la mayor repercusión fue en la ESO, con siete personas que secundaron la huelga. A estos se sumaron cinco trabajadoras de la guardería infantil, unas de las más afectadas por los pagos de nóminas pendientes, una persona de mantenimiento y dos de Educación Infantil.

Por su parte, el administrador del colegio, Joaquín Pereira, indicaba ayer que hubo pocas ausencias entre los estudiantes en la jornada de ayer.

El día anterior, se comunicaba que se garantizaban todas las actividades y servicios del colegio, incluida las de la guardería que pasaría a ser atendida por profesoras que no secundaban la jornada de paro. Explicaban que en Infantil, Primaria y ESO, la Consellería de Educación, no había decretado servicios mínimos y que las actividades, al igual que las extraescolares se mantenían.