Si se suspende de forma definitiva la prueba de A Coruña ya serían campeones
09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La victoria del pasado sábado en tierras ourensanas cosechada por el binomio Alberto Meira y David Vázquez les otorga máximas opciones de convertirse en los ganadores del Campeonato Gallego de Ralis de este año. Están calendadas todavía dos pruebas pero una de ellas, la de A Coruña en diciembre, se había aplazado en su día y hay serias dudas de que pueda finalmente celebrarse. En caso de suspensión definitiva se refrendaría ya el título para el piloto de Gondomar, quien contó con el estradense David Vázquez como copiloto.
El resultado en el Rali de Ourense Ribeira Sacra mantuvo a Alberto Meira y David Vázquez como primeros en la clasificación provisional del Gallego de Ralis con su Mitsubishi Lancer Evo X. Cuentan con 1.492 puntos a falta de la confirmación oficial de la Federación Galega de Automobilismo de los resultados en esta última prueba. En segunda posición marchan Iago Caamaño y Rodríguez, que quedaron segundos en la cita ourensana, con 1.230 puntos. Si no se celebra alguna de las dos pruebas restantes, el Rali Comarca da Ulloa o el de A Coruña, Meira y Vázquez ya serían campeones de forma matemática.
El Rali da Ulloa sí que tiene confirmada totalmente su celebración. Está programado para los días 26 y 27 de noviembre. Respecto a la prueba de A Coruña, a mediados de este mes está fijada la fecha límite para aprobarse el reglamento y permisos que permitan su disputa. Si se cae del calendario, Meira y Vázquez ya tendrían el título al margen de su resultado en el Rali da Ulloa. En caso contrario también cuentan con muchas más opciones que Iago Caamaño para la victoria final, al depender de sí mismo el piloto de Gondomar y no requerir batir a su principal rival en la carrera.
El triunfo en tierras ourensanas supuso el cuarto esta temporada para Alberto Meira y David Vázquez. Como apuntaba ayer el equipo, no resultó fácil y tuvieron que mantener «un ritmo muy alto» para imponerse a sus rivales. Todo ello a pesar de acusar problemas en la caja de cambios, perdiendo en los dos últimos tramos buena parte de la ventaja que tenían sobre Iago Caamaño. Ahora están a la expectativa antes de cantar el alirón.