Proponen una zona de tránsito en las traseras de los edificios de la rúa Marín
DEZA
Los afectados por el plan parcial del Mercadona presentarán una alegación conjunta
06 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos de la calle Marín afectados por el desarrollo urbanístico impulsado entre esta rúa, la Avenida de Vigo y la de Pontevedra -donde está prevista la construcción de un supermercado Mercadona y una zona residencial de edificios y viviendas unifamiliares- mantuvieron ayer una nueva reunión con el Concello para conocer los detalles del proyecto.
El envío de las cartas comunicándoles la exposición pública del plan parcial que les afecta y las visitas de presentación realizadas puerta a puerta por la promotora del desarrollo urbanístico -Bogaris- la semana pasada han despertado la inquietud de los vecinos. La calle Marín está catalogada en el PXOM como Suelo Urbano Consolidado (SUC), con un fondo máximo de edificación de 18 metros desde el frente de la calle. Las traseras de muchas de las edificaciones -ocupadas por huertos, jardines o gallineros- sobrepasan en diferentes medida estos 18 metros. El terreno a mayores está catalogado en el Plan Xeral como Suelo Urbanizable Delimitado (SUD), susceptible de ser desarrollado por iniciativa pública o privada.
En este caso es el propietario del 80 % de los terrenos el que impulsa el desarrollo de la mano de la firma Bogaris. Unos veinte propietarios minoritarios se ven abocados a poner las traseras de sus edificios a disposición del desarrollo, aunque la mayoría preferirían quedarse al margen y seguir disfrutando de sus huertos o jardines privados en pleno casco urbano.
Esa opción no existe. Lo único que podrán hacer será vender sus terrenos o quedarse con un porcentaje de la futura edificabilidad. Entre este mes y el de octubre está prevista la creación de la junta de compensación que aglutinará a todos los propietarios y que tomará las decisiones sobre el desarrollo urbanístico, con votaciones en función del volumen de propiedad.
La reunión con el Concello se prolongó ayer durante dos horas y media. Los afectados querían saber a cómo se pagará el metro cuadrado de terreno, con qué limitará la parte posterior de sus propiedades tras la urbanización de la zona o cómo se organizará la transición.
El gobierno explicó que en este proceso solo actúa de mediador, ya que la iniciativa es privada. No obstante, se mostró dispuesto a aclarar dudas y a ofrecer asesoramiento a los vecinos para resolver la situación lo mejor posible. «Nosotros estamos del lado de los vecinos. Ellos preferirían mantener sus espacios privados como fincas rústicas sin más, pero hay fórmulas de diseño del plan parcial para perjudicarles lo menos posible. Es lógico que vean el proceso como un incordio y también que haya desconocimiento porque es el primer desarrollo urbanístico local», explicó el alcalde, José López.
Alegación conjunta
El alcalde recomendó a los afectados luchar unidos por la mejor solución a la transición con las traseras de sus edificios. El propio gobierno sugirió fórmulas que fueron bien acogidas, como la creación por la parte posterior de la calle Marín de una zona de tránsito peatonal con cierta accesibilidad desde sus viviendas e incluso un sistema de vados para facilitar el acceso rodado. En este sentido irá la alegación conjunta que los afectados prevén presentar al plan parcial que está ahora a exposición pública.