En una breve vista oral, Manuel R. F. aceptó ayer una pena de un año y medio de cárcel y el pago de una multa de 720 euros por haber estafado a un amigo. En la Audiencia de Pontevedra, asumió que, en su papel de administrador de una agencia de viajes de A Estrada, utilizó dos tarjetas de crédito de las que era titular la víctima «para contratar en otras agencias de viajes servicios para sus clientes».
Previamente a tener que ocupar el banquillo de los acusados, su abogado y el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, llegaron a un acuerdo que, entre otras cuestiones, rebajó sensiblemente los cuatro años de prisión y los 3.600 euros de sanción que pedía inicialmente. Asimismo, también se abordó la cuestión de la indemnización que deberá abonar por los cargos fraudulentos en las dos tarjetas de crédito, de tal modo que Manuel aceptó abonar cincuenta mil euros, cantidad de la que se hará cargo la empresa que dirigía en calidad de responsable civil subsidiario.
A este respecto, los plazos acordado con el máximo responsable de la Fiscalía de Pontevedra establecen que los primeros veinticinco mil euros sean depositados antes del 5 de enero del 2015, mientras que la fecha tope para completar la indemnización será el mismo día pero del año 2016. El estradense, asimismo, se comprometió a sufragar las costar del proceso judicial.
En cuanto a la posible suspensión de la pena impuesta, toda vez que el encausado carece de antecedentes y la misma es inferior a dos años, la defensa y las acusaciones estuvieron, de nuevo, de acuerdo. Así, Aladro no se opuso a su suspensión, siempre y cuando exista un «cumplimiento escrupuloso» de los requisitos de los pagos y el encausado no cometa delito doloso durante el período que dure la misma. El abogado de la víctima y el de la defensa se adhirieron a sus palabras.