El cerebro japonés del Deza sigue a pleno rendimiento

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Crespo siempre apostó por innovar aunque a veces fracasase en el intento

16 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En 23 años al frente de la alcaldía las «ideas» de José Crespo han hecho correr ríos de tinta como también lo han hecho sus proyectos de municipalista convencido. Lo hizo con propuestas pioneras como la defensa de la fusión de concellos que durante años no encontró apoyos y que ahora la mayoría ve ya como una clara necesidad en tiempos de crisis.

Y lo hace ahora planteando una propuesta que unos reciben con interés y otros con una sonrisa. Sobre la mesa pone una nueva forma de hacer política, negociable, por supuesto, pero que pretende algo que a la mayoría de los ciudadanos de a pie le parecería obvia y es la que que todos los concejales sean del partido que sean apoyen iniciativas beneficiosas para su pueblo y para la ciudadanía.

Muchos le buscarán tres pies al gato. Y ayer ya habían quien la calificaba de «outra arroutada de Crespo». Innovar y cambiar las formas nunca fue fácil y Crespo está convencido que «para acertar hai que facer cousas» y prefiere «facer dez e que salgan oito ben e levar labazadas con algunhas porque dos erros tamén se aprende que facer solo as dúas que se poñan á tiro fácilmente e non facer nada máis». El que fue calificado como el cerebro japonés del Deza pretende seguir intentando nuevos caminos aunque eso lleve consigo el peligro de estrellarse y está convencido de que su idea puede funcionar y la nueva forma de hacer política municipal puede salir adelante en el seno de un gobierno local. Una fórmula cuya aplicación ve imposible en otros foros como la Diputación o el Parlamento gallego donde entran en juego otras cuestiones.

A lo largo de su carrera política demostró su defensa del municipalismo desde su sillón del Concello y como presidente de la Fegamp.

Durante años el que afirmaba que «o día que non teña 500 ideas, dimito como alcalde» hizo de Lalín un municipio envidiado. Crespo reconoce que «tiven acertos pero tamén tiven erros» y de ahí salieron ambiciosos proyectos que se hicieron realidad y otros que se quedaron por el camino. Sabe que su propuesta de cogobierno puede parecerle a algunos «algo estrambótico» pero está convencido, al igual que hizo con la fusión de municipios, que la forma de hacer política y de gobernar tiene que cambiar.

análisis Un alcalde pionero y diferente