El registro civil de A Estrada recibe mobiliario solicitado hace 15 años, justo cuando está en el aire su continuidad
24 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Si la justicia es lenta en España, parece que los vericuetos administrativos para dotar a sus instalaciones no le van a la zaga. Y aunque ya se sabe que «las cosas de palacio van despacio», no solo se ven afectados los palacios judiciales, sino también dependencias que no llegan a tal distinción, como es el caso del juzgado de A Estrada.
El edificio fue inaugurado en mayo de 1995. En su primera planta se ubicó inicialmente el registro civil, dependiente del Juzgado número 1, y allí permaneció durante tres años más. Hasta que a mediados de 1998, se bajaron las oficinas del registro civil a la planta baja.
Ante la carencia de estanterías, comenzaron las solicitudes administrativas para este equipamiento mínimo, que permitiese disponer los pesados tomos del registro en las mismas oficinas donde se prestaba el servicio a los usuarios. Pero como en la canción infantil del Barquito chiquito, pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco y seis años, que no semanas, y aún pasaron nueve más, hasta que las estanterías metálicas llegaron a A Estrada. Acaban de hacerlo: están recién instaladas, a falta solo de anclarlas a la pared para albergar los tomos del registro por los que, hasta la fecha, los funcionarios han peregrinado escaleras arriba, escaleras abajo para buscar los datos que demandaban los vecinos.
El detalle es que las estanterías llegan justo cuando la continuidad del registro civil está en el aire. En caso de que se vaya para Pontevedra, y allí necesiten esta dotación, ya pueden ir cursando la solicitud: con suerte, para el 2028 les llegarán.