Final de infarto para el Rali do Cocido

DEZA

14 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Carreteras estrechas y exigentes, velocidades de infarto, un centenar de pilotos y varios miles de aficionados son los ingredientes que ayer cocinaron en la comarca del Deza un plato con nombre propio y reconocible: el Rali do Cocido. La segunda prueba del Autonómico de Ralis -a falta de la revisión de los tiempos- coronó a Alberto Meira (Mitsubishi Lancer EVO X) como el ganador de su décimo sexta edición tras una jornada de vértigo en la que poco más de dos segundos determinaron el triunfo de Meira y el segundo puesto de Bamarti (Peugeot 306 Maxi). Iván Ares (Mitsubishi Lancer EVO VIII) completó el podio a algo más de 50 segundos, pero a falta del último tramo, peleaba también con los dos primeros por los laureles. A falta de revisar los tiempos oficiales, Meira logró el título del Rali do Cocido con un registro de 1 hora 07:38.593; Bamarti fue segundo con un crono de 1 hora 07:40.879, e Iván Ares cerró el podio con un tiempo de 1 hora 8:29.410. Luis Vilariño fue cuarto, Fernando Rico concluyó quinto, y el lalinense Javier Ramos consiguió un meritorio sexto puesto.

Hubo que esperar hasta el último de los diez sectores de la jornada para conocer el nombre del vencedor del Rali do Cocido, y es que el día estuvo cargado de emoción en una jornada en el que Bamarti se adjudicó la mitad de los scrach. Las gélidas temperaturas con las que amaneció el día en el Monte do Faro no hicieron más que prologar una jornada en la que la climatología jugó malas pasadas a más de un piloto. A lo largo de las aproximadamente trece horas que duró el evento deportivo, se registró desde un sol de justicia hasta granizadas puntuales, pasando por algún que otro aguacero que amargó la elección de neumáticos de los participantes, y que obligó al público a improvisar incluso pequeñas hogueras, o a buscar refugio en lugares insospechados.

Exigencia máxima

Cerca de una treintena de abandonos en las pasadas de la mañana dan fe de la elevada dificultad de los tramos del Rali do Cocido, de los más largos y exigentes del campeonato. Desde primera hora averías mecánicas y salidas sin gravedad se encargaron de cribar la lista de 112 pilotos que tomó la salida. Poco pudieron disfrutar de la competición participantes como Javier Candal, Diego Cabanelas o Roberto Blach, que tuvo que abandonar en el segundo sector tras una salida.

Mientras las bajas eran la cruz de la moneda, la cara la ponían los favoritos. Bamarti, Meira e Iván Ares enseñaban los dientes durante la mañana y se turnaban los mejores tiempos de los diferentes sectores. Al final de la mañana, Bamarti lideraba la clasificación por tan solo una centésima de ventaja sobre Iván Ares, y después de que la neutralización de O Couto (tras un accidente de un participante) desencadenase un retraso que se arrastró durante toda la jornada, obligando a posponer más de 40 minutos cada tramo. Ese retraso se apuntó además como un problema añadidos para los pilotos, que se encontraban con que la espera enfriaba las ruedas y rebajaba sus prestaciones.

Meira toma el control

Con la llegada de los tramos de la tarde, Meira comenzaba a marcar los mejores tiempos en los tramos de Lebozán y Castro, y daba la vuelta a la general. Sin embargo, no todo el pescado estaba vendido, puesto que Bamarti pisó a tope el acelerador para intentar recuperar los segundos que se le habían escapado por problemas con los neumáticos a causa de la lluvia, y se adjudicó los otros tres scrach. En Lebozán el escudería Estradense marcó el mejor crono con más de siete segundos sobre Ares, que sufrió la pérdida de la parrilla de luces que dio al traste con su lucha por el segundo puesto. Al último tramo del día se llegó con Meira liderando la prueba con algo más de 14 segundos sobre Bamarti, y casi 24 sobre Iván Ares. A pesar de que la diferencia era notoria, los casi 12 kilómetros de Ventosa, sumados a cualquier posible eventualidad, dejaban abierta una puerta para la sorpresa que finalmente no se produjo, aunque por tan solo dos segundos.