El grupo de baile Xirandola se alza en el concurso de traje tradicional de Santiago con los tres primeros puestos, por las cuatro categorías a las que se prentaron
27 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Más premios para Xirandola. El grupo de baile de Bandeira Xirandola no para de sumar premios. Los últimos, en el concurso de traje tradicional celebrado hace unos días en Santiago. Tres primeros puestos por las cuatro categorías a las que se presentaron. Así, vencieron con un traje de cotío que era portado por José Codesido. Los niños Eva Sangiao Sangiao logró idéntico puesto con un traje moderno de niña y Manuel Míguez Sangiao , de sólo un año, también se alzó con el máximo galardón con un traje moderno de niño. El único que no logró premio fue el traje de cotío de mujer. Un día de fiesta en la carballeira de Barcia Un año más, la Romaría Interxeracional de Lalín congregó a una gran cantidad de ancianos, más de 1.200, que se dieron cita ayer en la carballeira de Barcia para disfrutar de un día de fiesta creado para ellos. La organización distinguió a los asistentes de mayor edad, que fueron Delfina López de 93 años y vecina de Lebozán y Jesús Pichel , de 95 años y natural de Anseán. Asimismo, se premió a los emigrantes que llevan más tiempo en la diáspora. Los distinguidos fueron José Ferradás y Clotilde López , que llevan 53 y 54 años respectivamente emigrados en Argentina. También hubo un concurso de baile, en el que se hizo con el primer premio la pareja compuesta por José Camilo Montoto y María García . El toque de solidariedad lo puso la actriz Mela Casal , que donó el dinero que le pagaban para que los miembros de la asociación Aspadeza pudieran participar gratuítamente en la romería. Comidas campestres en el Xirimbao En los últimos días mucha gente de la zona aprovecha el buen tiempo reinante para pasar unas horas en el Xirimbao, en Couso. Desde parejas de novios hasta familias con niños se acercan hasta el lugar a pasear y comer al aire libre. Incluso hay quien se lleva la toalla de casa y aprovecha para echarse una siestecilla junto al río. Un puesto ambulante de helados situado en la entrada, da la bienvenida al recinto y anima a pasar un día de descanso.