Las propia lonja recoge la distorsión del mercado por culpa de la situación sanitaria. Las trabas que pone Portugal a la entrada de ganado en vivo o en canal salpica a los cerdos lechones. Ayer la mesa de precios estableció una nueva cotización a la baja recortando el precio en 500 pesetas en unidad tanto de animales selectos como de categoría normal. Mientras se retrase la salida al mercado del cerdo cebado por la restricción portuguesa se propicia el atasco del lechón a la hora de entrar en cebadero. La situación se complica al darse precios más baratos como en Zamora donde, tras quedar sin cotización la pasada semana, se comercializan a tres mil pesetas menos. En Holanda, la situación también marca una depreciación de casi dos mil pesetas.