Los ganaderos no tienen claro su futuro por las dudas sobre la evolución de la situación con las «vacas locas» El mercado de las cuotas lácteas osciló en los últimos meses entre las cien pesetas el kilo a que llegó el mercado libre y las 50 ó 60 pesetas de los planes oficiales de abandono. El impacto en el sector con la aparición de «vacas locas» no sólo incidió en el mercado de las cuotas sino que lo paralizó. Confluyen muchas dudas en los ganaderos. Incluso la más esencial: Seguir en el sector, abandonarlo o navegar una temporada hasta ver como evoluciona. Estas dudas complican un sector sobrado de impactos.
22 ene 2001 . Actualizado a las 06:00 h.El movimiento de cuotas lácteas es un referente claro de reordenación del sector. Si no se produce, el sector está parado. El mercado estaba muy alterado en la compraventa de cuota. La oferta y la demanda se movían entre las cincuenta y las cien pesetas el kilo. En este momento sólo existe el referente del precio oficial. La Administración ofertó el último abandono a 55 y 66 pesetas -según sea el volumen mayor o menor de 40.000 kilos-. En este momento esta cantidad parece una buena garantía de venta para muchos ganaderos porque fuentes sectoriales señalan que oferta y demanda están paradas al no haber refererencias válidas en el mercado libre. La preocupación básica del ganadero está en el desconocimiento de la evolución de la crisis de las vacas locas. Desprenderse o no de su cuota tiene relación con la crisis de la carne -precios tirados de terneros y vacas- y con el buen momento del precio de la leche -una explotacion mediana con leche de calidad puede cobrar el litro a unas 55 pesetas-. El ganadero se ve con el agua al cuello y sin capacidad de decisión. Las dudas se centran en que vender barato ahora puede ser buen precio más adelante. Temen que empeore el mercado. También analizan la posibilidad de acogerse a planes de abandono que antes rehusaban por el mejor precio del mercado libre. Operaciones paralizadas En la comarca, partidas de cuota que estaban prácticamente apalabradas quedaron interrumpidas. Adquisiciones de equipos para leche a punto de adquirirse también tienen a los ganaderos aguardando tiempos mejores. Mientras, sobre los ganaderos pesa un alza en los piensos -dos y tres pesetas- y una comercialización de terneros y vacas sin precedentes en precios tan bajos.