La fiebre del pickleball llega a Galicia

DEPORTES

Ramón Leiro

Esta actividad originaria de Estados Unidos, en donde se calcula que juegan 50 millones de personas, está integrada desde esta semana en la federación española de tenis

27 sep 2023 . Actualizado a las 09:38 h.

La Federación Española de Tenis anunciaba hace unos días la incorporación del pickleball como disciplina. Un deporte casi desconocido en España que cuenta ya con cincuenta millones de practicantes en Estados Unidos. Su crecimiento está siendo exponencial.

¿Que es el pickleball?

Se trata de una modalidad deportiva que nació en la isla estadounidense de Bainbridge, cerca de Seattle, el verano de 1965. Son diferentes los autores que coinciden en señalar que, ante el aburrimiento que sufrían sus hijos, unos padres diseñaron este juego, que acabaría triunfando en el país norteamericano. En España se juega desde hace aproximadamente un lustro y cuenta con unos veinte mil practicantes, si bien, cada vez son más los que se apuntan.

¿Se practica en Galicia?

Sí, pero todavía poco. En esta comunidad autónoma existe una asociación llamada Apiga, que trabaja codo con codo con la nacional y que tiene previsto pasar a formar parte de la Federación Gallega de Tenis. La preside José Carlos Otero, un profesor de Educación Física jubilado que entró en contacto con el pickleball hace un año y medio y que, desde entonces, trata de introducirlo en Galicia. Actualmente, se practica, principalmente, en Pontevedra, en donde se encuentran las dos únicas pistas homologadas: una en el polideportivo municipal de Soutomaior y la otra en el colegio Sagrado Corazón de Plazares, en la capital de esta provincia. En este centro se imparte dentro del programa de Educación Física, dado que su director es uno de los miembros de Apiga.

¿En qué consiste el pickleball?

Podría decirse que es una mezcla entre el tenis, el tenis de mesa y el bádminton. Se juega con dos palas sobre una superficie lisa y rígida. La bola es de plástico duro, tiene un diámetro de entre 7 y 7,5 centímetros y su peso varía entre los 22 y los 26 gramos. Está perforada con pequeños agujeros que, como sucede con el volante de bádminton, impiden que coja mucha velocidad, lo que hace este deporte apto para personas de cualquier edad y condición física. Se puede jugar tanto en individual como en dobles y la pista mide 13,41 x 6,1 metros.

¿Es muy exigente a nivel físico?

Como todo, depende del nivel de los competidores, pero una de las ventajas que tiene el pickleball, como el tenis de mesa, es que se puede jugar sin tener que hacer grandes desplazamientos, con lo que facilita su práctica tanto a niños como a personas de avanzada edad e incluso con movilidad reducida.

¿Qué está haciendo que esta modalidad sume cada vez más adeptos?

En Estados Unidos, uno de los posibles motivos de que haya cogido tanta fama se debe a que personajes conocidos del mundo de la política, el deporte y el espectáculo lo practican. Más allá de eso, todos los expertos coinciden en destacar que la facilidad para jugar es lo que hace del pickleball un deporte muy atractivo.

«Su éxito reside en ser un deporte fácil de aprender y muy entretenido, con peloteos rápidos y donde el nivel de los jugadores marca el ritmo del juego. Gracias a las reducidas dimensiones de la pista, se puede implementar en cualquier espacio tanto en exterior como en interior. Posee un altísimo valor social e inclusivo, ya que puede ser practicado por una gran masa de nuestra sociedad. Muchos tenistas como Andy Roddick, Andre Agassi, Michael Chang, John McEnroe o las hermanas Williams, disfrutan hoy en día participando en diferentes torneos y exhibiciones», explican desde la federacioón española de tenis.

¿Resulta caro jugar al pickleball?

En absoluto. Tanto las palas como las pelotas son asequibles para, prácticamente, todos los bolsillos. Aunque los utensillios pueden ser de diferentes materiales, más o menos caros, para iniciarse se puede adquirir un juego de dos palas y bolas por unos treinta euros. Si se quiere una calidad superior, se puede ir el precio a los ochenta, noventa o cien euros. Algo más cara es la inversión si se quiere también una red. Ahí el precio de la misma, con palas y juego de bolas podría adquirirse por unos ciento setenta euros.

José Carlos Otero: «Es tan fácil de jugar que cualquiera puede ponerse»

Hace apenas un año y medio que conoció el pickleball y trabaja a diario para darle visibilidad. José Carlos Otero (Pontevedra, 1951) es el presidente de la Asociación de Pickleball de Galicia (Apiga)

—¿Cómo entró en contacto con este deporte?

—Conocí este deporte a través de un médico de Lugo con movilidad reducida a causa de una enfermedad degenerativa que lo practicaba en una finca privada por imposibilidad para practicar otra modalidad deportiva más exigente por sus limitaciones motóricas

—¿Existen formadores en Galicia?

—Sí. En cuanto conocimos este deporte, un grupo de amigos y yo fuimos a Madrid a formarnos: unos como árbitros y otros como monitores. Desde entonces, tratamos de enseñar a la gente a jugar. En Pontevedra, en algún centro ya se practica como actividad extraescolar en los colegios, porque es apto para todas las edades.

—¿Qué futuro le ve?

—Tiene un potencial enorme, porque todavía está en proceso de explotación.