Jon Rahm, un ganador que no encuentra techo

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BRIAN SNYDER | REUTERS

El español era un crío cuando ya aseguraba sin inmutarse que sería número uno del mundo, y no solo lo alcanzó, sino que colecciona Masters, US Open, Ryder...

10 abr 2023 . Actualizado a las 01:37 h.

«Un día voy a ser el número 1 del mundo». Jon Rahm (Barrica, Vizcaya, 1994) era un niño cuando expresó ante su entrenador, Eduardo Celles, algo más que un deseo desenfadado. Proclamaba un objetivo que se convertiría en una obsesión. Como ganar los mejores torneos del mundo. Ya tiene la Ryder (contribuyó al triunfo de Europa en el 2018), el US Open (ganó en Torrey Pines en el 2021), y ahora el Masters.

Rahm comenzó a jugar en el campo de Larrabea y perfeccionaba su juego en la escuela de Celles en Derio. Tenía el talento para jugar al golf, las ganas para pasar días enteros en el campo y, además, el carácter indomable para sacar lo mejor de sí mismo en competición, para convertir la rabia de sus primeros años en la gasolina que alimentó su ambición infinita.

«La rabia es la mejor energía para salir adelante, para crecer. No me gustan los autómatas», explicó a La Voz Joseba del Carmen, ex desactivador de explosivos de la Ertaintza y coach mental de Rahm.

Su sobresaliente palmarés en su etapa de formación le abrió primero las puertas del Centro Nacional de Golf, becado en la residencia Joaquín Blume en Madrid, a las órdenes de Kiko Luna. De allí pasó a la Universidad de Arizona State, cuna de golfistas como Pat Pérez, Paul Casey, Phil Mickelson...

Este último se convirtió poco a poco en una especie de mentor de Rahm, y su hermano Tim, en el mánager que guio su salto al profesionalismo, con aura de futura estrella, y sus primeros pasos en el PGA Tour. En medio, no dejó de imponerle castigos con los que censurar su rabia mal canalizada, como cuando pateó su bolsa de palos y le obligó a subir y bajar las escaleras del estadio de fútbol americano de la universidad sin parar.

Rahm se curtió. Y coleccionó gran parte de los mejores torneos de aficionados: dos veces el Ben Hogan Award, el Eisenhower Trophy, el liderato del ránking mundial y el Mundial amateur del 2014, batiendo allí un récord de golpes en manos de Jack Nicklaus desde 1960. Rahm se hizo profesional a mediados del 2016, y tardó solo siete meses en lograr su primer título. Récord tras récord de precocidad y regularidad, ascendió al número 1 del ránking mundial en julio del 2020, cuando ganó el Memorial en la casa de Jack Nicklaus. «Tu juego fue realmente fantástico», le elogió el mito, el ganador de 18 majors.

A su soberbio rendimiento solo le faltaba un grand slam que le hiciese justicia. Y lo logró al vigésimo intento, al conseguir el US Open del 2021 en Torrey Pines, apenas unos días después de dejar atrás un confinamiento por coronavirus. Ahora ya tiene el Masters. La mitad de la colección de grandes. Le faltan el Campeonato de la PGA y el Open Británico. ¿Cuestión de tiempo?

Décimo título de «grand slam» de un español

A Jon Rahm no solo le apasiona jugar al golf, sino también verlo, estudiarlo, recrearse en las grandes hazañas que hicieron grande su deporte. Antes de empezar el Masters eligió sus momentos preferidos de la cita de Augusta: «Me quedo con el duelo entre Tiger y Mickelson en el 2002, la última vuelta de Seve en 1980, cuando ganó su primer Masters, y el triunfo de Mickelson en el 2010». Cuando logró el US Open del 2021, su primer grand slam, no dudó en la dedicatoria: «Va por Seve, este trofeo también es suyo». No había impostura. Indirectamente, Jon llegó al golf gracias a que su padre viajó a la Ryder Cup de Valderrama en 1997. De aquella experiencia iniciática del padre de familia, Edorta, surgió primero su afición por el golf y, luego, la de su hijo.

Rahm ha ido salpicando las celebraciones de sus victorias con agradecimientos y guiños al legado de Seve, su mayor inspiración. El fenómeno de Pedreña fue el jugador que convenció a los europeos de que podían ganar también en Estados Unidos. No solo venció tres veces en el Open Británico, en 1979 y 1988 en Royal Lytham y en 1984 en St. Andrews, sino que logró dos Masters. En Augusta habían llegado hasta ahora otros tres grand slams para el golf español. Primero su pareja en la Ryder, Chema Olazábal, que ganó en 1994 y 1999, y luego Sergio García en el 2017. Ahora Rahm amplía la cuenta. Décimo major español.