Adiós, amigo

Marcelino

DEPORTES

Los jugadores de la selección nacional española en la Eurocopa de 1964. De pie de i.a d.: Iribar, Zoco, Olivella, Fusté, Calleja, Rivilla. Agachados de ia d.: Amancio, Pereda, Marcelino, Luis Suárez y Lapetra
Los jugadores de la selección nacional española en la Eurocopa de 1964. De pie de i.a d.: Iribar, Zoco, Olivella, Fusté, Calleja, Rivilla. Agachados de ia d.: Amancio, Pereda, Marcelino, Luis Suárez y Lapetra LUIS MILLÁN

21 feb 2023 . Actualizado a las 20:57 h.

Amancio estuvo conmigo en la selección española durante muchos años. Y cuando un compañero se va, un vacío te queda. Ya se nos habían ido Lapetra, Rivilla, Calleja, Pereda... Amancio fue un grandísimo jugador, pero sobre todo un buen amigo, como gallegos que somos los dos.

Hay una anécdota. Durante mucho tiempo se pensó que Amancio había sido el que me había centrado en el gol que nos dio el título en la Eurocopa de 1964. El partido fue televisado, pero de aquella no era tan accesible para todos verlo. Alguien cogió imágenes para montar un reportaje con diferentes partes, pero le debía faltar algo, y lo que se veía era a Amancio centrando y, a continuación, en la escena siguiente, a mí marcando el gol. Durante mucho tiempo se pensó que así había sido. Incluso recuerdo a Michael Robinson viniendo a Ares a hacer un reportaje conmigo y Pereda, para aclarar la situación. Pereda también era muy amigo mío y, como antes habíamos estado debatiendo sobre la selección española, y él me había llevado la contraria, solo por meterme con él, dije que no me acordaba quién me había centrado porque había pasado mucho tiempo. Fue solo por hacerlo rabiar, él también era muy amigo mío, como digo, pero realmente había sido él. Así que, en cierto modo, yo también ayudé un poco a alimentar esas dudas sobre quién había sido el asistente.

Pero aunque no me diera él la asistencia y sí Pereda, como digo, Amancio fue un grandísimo jugador. Un extremo con una habilidad impresionante en los pies. A él lo que le gustaba era tener el balón y driblar. Era de los extremos más genuinos que en aquellos momentos había en el fútbol mundial. Iba siempre con el balón muy pegado y era realmente complicado sacárselo. Aquella selección del 64 era muy buena. El problema que teníamos, y que también evitó que Amancio y el resto hubiéramos ganado más títulos, era que a Franco no le importaba mucho el fútbol y jugábamos muy poco. No teníamos muchos partidos para compenetrarnos. Un ejemplo: yo solo jugué 14 partidos y estuve ocho años. De habernos compenetrado más, habríamos sido invencibles y hoy Amancio se habría ido con algún Mundial.

Desde aquí, darle un abrazo a su familia. Se va un gran hombre, un fenomenal padre y un buen compañero y amigo. Descanse en paz.