Las españolas disfrutan de un final de año magnífico para abrir el paladar de cara a 2022
27 dic 2021 . Actualizado a las 18:53 h.No se podía imaginar un final de temporada más dulce para el tenis femenino español. Garbiñe Muguruza lo abrochó de lujo. Se hizo con la Copa de Maestras en Guadalajara (México), el tercer título más importante de su carrera deportiva. El tercer título del año, tras Dubai y Chicago, pero, sobre todo, la oportunidad de volver a sentirse importante en un circuito en el que todo pasa muy rápido y en el que sus triunfos de Roland Garros y Wimbledon quedaban ya muy atrás.
Muguruza ha terminado el año como número tres del mundo gracias a ser la primera española en la historia en ganar la Copa de Maestras, algo que no pudieron lograr antes ni Arantxa Sánchez Vicario, finalista en 1993, ni Conchita Martínez, que vivió el triunfo de su pupila desde la grada.
Fue el segundo golpe histórico a los cimientos del tenis español en apenas unas semanas. En el desierto de Coachella, Paula Badosa, la eterna ganadora de Roland Garros júnior y talento estancado de nuestro deporte, se quitó todas sus cargas de encima y ganó en Indian Wells, donde ninguna española lo había conseguido antes. La neoyorquina hizo la mejor semana de su vida para cerrar un año en plena ascensión, en el que cumplió el sueño de ganar su primer título, en Belgrado; sufrió la derrota más dolorosa de su carrera en los cuartos de final de Roland Garros, y se metió en el top 10.
En el año de la retirada de Carla Suárez, Badosa y Muguruza resguardan el tenis español, con la cuenta pendiente, eso sí, de acudir a la Copa Federación, la espina de tienen clavada después de que ambas tuvieran que decantarse por la Copa de Maestras por la cercanía de ambos torneos. Las dos esperan la llamada de Anabel Medina para 2022.