La mayor virtud de Adriana Cerezo es su concentración, apenas comete errores

Jesús Benito

DEPORTES

MURAD SEZER | reuters

Su pierna adelantada es mortal, pega muy duro y la encaja en los huecos que deja el contrario

25 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer combate de Adriana Cerezo en Tokio contra la serbia Tijana Bogdanovi, subcampeona olímpica, fue clave. Ya se había enfrentado a ella en dos ocasiones, en un Open y más tarde en un Europeo. La realidad es que en esa última cita Adriana manejó fácil a su rival con contundencia y ambición. Su punta de velocidad era claramente superior a la serbia.

Era previsible que volviera a ganar, pero lo que sí me sorprendió fue la victoria frente a la doble campeona olímpica, la china Jingyu Wu, a la que venció con mucha diferencia de puntos. La asiática era candidata a meterse en la final y tenía muchas opciones de ganar la Olimpiada. Contra la turca Rukiye Yildirim, medallista europea, Adriana manejó el combate bastante bien y tuvo a su rival a 20 puntos de diferencia. Contra a la postre campeona olímpica estuvo a punto de ganar la final. Adriana Cerezo tiene esa ambición y ese desparpajo que da la juventud. No tenía ningún tipo de presión y estaba completamente concentrada. Vivió el presente de cada combate. Se notó que estaba donde tenía que estar. En su cabeza no había distracciones. Aprovechó cada oportunidad para sumar puntos y hacer daños a sus rivales.

Es también una competidora que físicamente está muy bien preparada. Su técnico, Jesús Ramal, trabaja muy bien con todo su equipo. Han hecho una programación excelente y Adriana ha llegado en un estado de forma perfecto. La he visto muy rápida, potente y en los choques que se producen con la pierna levantada logró desestabilizar a sus rivales y sumar mucho. También ha controlado muy bien las distancias y en la toma de decisiones apenas se ha equivocado.

No suele ser normal rendir a tanto nivel siendo tan joven, pero hay casos excepcionales como este. Lo hizo de película. La final es que estuvo muy igualada. Hay momentos en los que Adriana estuvo por encima, pero Wongpattanakit aprovechó su habilidad en las distancias cortas y su experiencia en ciclos olímpicos. Además tiene mayor envergadura y estuvo más oportuna en la recta final del combate.

Su mayor virtud es su concentración, apenas comete errores. Está metida incluso en los tiempos muertos. Se relaja y se concentra y apenas comete errores. Cuando hay tensión, lo normal es que las deportistas tiren golpes fuera de distancia, pero ella es capaz de gestionarla. Su pierna adelantada es mortal, pega muy duro y la encaja en los huecos que deja el contrario.

No es que solo compita, es que gusta verla luchar porque siempre está muy alegre y eso transmite. En París tendrá otra oportunidad para ir a por el oro.

Jesús Benito fue entrenador de las selecciones de España, Portugal, Marruecos y México y actualmente ejerce como técnico en el CGTD de Pontevedra