Peque: «Soñaba con jugar en el Bernabéu»

DEPORTES

Señalada como una de las mejores de España, la campeona de Europa de fútbol sala cumple su sexta campaña en el Burela

27 mar 2020 . Actualizado a las 19:46 h.

Mide 1,57 y pesa 47 kilos, de ahí su apodo. «Es evidente que nunca he sido la más alta de la clase (risas).... Mis amigas me llamaban Pitu porque éramos bastantes Patricias en el mismo grupo y cuando fiché por el Atlético de Madrid ya había una Pitu en el equipo, así que mis compañeras, por mi gran altura, empezaron a llamarme Peque. La única que no está contenta con el mote es mi madre, tanto tiempo pensando un nombre para su hija para que no lo use casi nadie...», cuenta Patricia González (Navalafuente-Madrid, 1987). Dentro de ese cuerpo menudo cabe ilusión, talento, carisma, genio, orgullo, compromiso..., y muchas otras cualidades que brotan cada vez que se calza las zapatillas y salta al parqué. Considerada como una de las mejores jugadoras de España, Peque cumple su sexta temporada en las filas del Pescados Rubén-Burela y fue una de las artífices del histórico título continental de la selección española de fútbol sala femenino.

-La imagino de niña jugando ya al fútbol sala en el patio del colegio.

-Sí, así es como me tiene que imaginar. Desde bien pequeña vivo pegada a un balón. El primer recuerdo que tengo con una pelota es en un campo de tierra que había donde yo vivía y con mi padre de un lado a otro del campo dándonos pases. La pasión por el fútbol me la transmitió mi padre desde bien pequeñita

-¿Ya soñaba entonces con ser profesional del fútbol sala?

-En mi sueño el fútbol sala no existía todavía, yo soñaba con ser como Raúl y poder jugar en el Santiago Bernabéu. Como ve, siempre he sido de sueños simples... (risas).

-El camino ha sido largo y seguro que lleno de obstáculos.

-Muchos de los obstáculos que nos encontramos de pequeños se los tienen que tragar los padres. Yo he tenido muchísima suerte de tener la familia que tengo que siempre me han apoyado 100 % y que cuando se ha cerrado una puerta me han hecho ver que hay muchas más opciones. El que siempre me ha acompañado en este camino largo ha sido mi padre. Yo vivía en un pueblecito de las afueras de Madrid y no había ningún equipo de nivel cerca. Hacíamos 100 kilómetros todos los días para ir a entrenarme porque él siempre ha confiado en mí y quería que llegase lo más lejos posible. ¡Y aquí estoy! Como ves, claro que ha habido obstáculos, pero cuando estás bien acompañada son un mero trámite para llegar donde se quiere.

-Aterrizó en Galicia para jugar en el Burela en el 2011. ¿Cuál fue su primera impresión de esta tierra?

-Conocía la zona de venir a jugar aquí, única y exclusivamente, no sabía nada más. El primer día que metemos las cosas en el coche en Madrid, mi padre iba con el suyo lleno y yo en otro también lleno de cosas. Emprendimos el viaje hacia Burela y al principio todo bien, pero desde Lugo el GPS nos gastó una broma y nos llevó por carreteras comarcales de la Galicia profunda, hasta tal punto de encontrarnos una vaca en medio de la carretera, que yo decía: ‘¿pero dónde me he venido?’». Pero a la semana de estar en Burela ya sabía que esta iba a ser mi casa.

-¿Nunca le sedujo el fútbol?

-Cuando tenía más o menos 11 o 12 años hice las pruebas para jugar en el Rayo Vallecano y las pasé, pero decidí seguir con el fútbol sala porque me gustaba mucho más, estás más en contacto con la bola y es todo mucho más rápido. Un año estuve jugando en un equipo de fútbol de Alcobendas y hasta marqué un gol de cabeza (risas).

-¿Ser campeona de Europa es lo mejor que le ha pasado en el deporte?

-Sin duda alguna. Recuerdo desde el primer día de concentración hasta el último. Cada detalle lo tengo grabado como si acabara de suceder. No sé si deportivamente podré vivir otro momento así, porque ha sido perfecto. Un sueño hecho realidad.

-Parece que el deporte femenino avanza a pasos de gigante.

- Bueno, los pasos deberían ser todavía más grandes para poder borrar esa desigualdad. Pero sí, poco a poco se va trabajando y rompiendo barreras. Con el Europeo y todo lo que ha supuesto ganarlo hemos demostrado lo que somos capaces de hacer. Seguimos pidiendo a gritos con nuestro trabajo más apoyo de los medios de comunicación, de las instituciones, patrocinadores... Las excusas son cada ve menos. Se ha recorrido mucho camino pero todavía queda mucho por recorrer.

A Peque le gusta «todo» de Galicia. «Hay playa y montaña, se come bien, la gente es encantadora... Si me quieren contratar como publicitaria de la tierra podrían porque siempre la vendo súper bien y todo el mundo acaba viniendo (risas)», asegura. Incluso se atreve con el idioma. «Se me poño fáloche en galego (más risas). Mis expresiones preferidas son ‘isto é Burela e aquí hai que mamar’, ‘a rañala’ y ‘si chove que chova’».

-¿Cocido gallego o madrileño?

-Uno para la comida y otro para la cena (risas). Con lo que me gusta comer, es imposible elegir uno.

-¿Celta o Dépor?

-Soy más del Celta porque tengo más conocidos que me han hecho adorar a este equipo. En realidad soy del Real Madrid y del Rayo Vallecano.

-¿Qué no falta nunca en su bolsa de viaje?

-Lo único imprescindible en un viaje es la buena compañía, qué más da lo que lleves en la maleta... Me encanta viajar y hacerlo bien acompañada es otro rollo.

-¿Está enganchada a alguna serie de televisión?

-Desde que llegó Netflix a mi vida me las veo todas... Ahora estoy con Homeland y Osmosis... Netflix es la compañía perfecta para tantos viajes y tan largos cuando vamos a jugar. En el autobús nos recomendamos series y hablamos de ellas bastante en un rincón que llamamos el saloncito.

-¿Le gusta leer?

-Mucho, de hecho es una de las mejores maneras que tengo para evadirme. Leo mucho a Albert Espinosa y Fabio Volo y también me gusta bastante Dan Brown.