Fabiano Soares, talento brasileño para Corea

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«Los jugadores saben que estoy cabreado, el traductor lo suaviza y al final no lo entienden como bronca», explica

21 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fabiano Soares Pessoa (Río de Janeiro, Brasil, 1966) es el nuevo entrenador del Dragons Jeonnam, de la ciudad coreana de Gwangyang, que milita en Segunda División. Es el gran favorito para lograr el título y recuperar la categoría perdida. Para conseguir este objetivo, los dirigentes coreanos quisieron darle un cambio radical a su filosofía de fútbol. El hispano brasileño recibió la oferta y apenas se lo pensó. Le encantó el nuevo proyecto.

Su última experiencia fue en el Atlético Paranaense de la máxima categoría del fútbol brasileño. Fabiano Soares, que ya es un gallego más, pues vive en nuestra tierra desde 1989, fue futbolista, entre otros, del Botafogo, Cruzeiro, Celta, Compos y Racing de Ferrol. Como técnico también estuvo en el Compos, dando un fuerte impulso en su trayectoria en el Estoril Praia de la Primera División portuguesa, conjunto con el que llegó a disputar competición europea.

Ahora, decidió dar un paso más. «Me llamó un representante y le dije que estaba abierto a todo, que solo era cuestión de ver el proyecto que me ponía encima de la mesa. El club con el que firmé quería un entrenador formado en España y con los métodos de nuestro fútbol. Me reuní en Lisboa con el presidente y el director deportivo, les gustó mi propuesta y me contrataron», resume el exjugador de Celta y Compos en la máxima categoría. Recuerda que fue «un proceso muy rápido».

El 6 de enero arrancó el nuevo proyecto del conjunto coreano, que trabajó durante dos semanas en sus instalaciones. En febrero realizó una segunda pretemporada en Estoril. El 2 de marzo empezará una liga en la que asciende uno y promociona otro. «Somos favoritos, no queda otra. Vamos por el ascenso», señala el técnico.

«Estoy encantado en Corea. Vine con un poco de miedo y me encontré con un club muy organizado, que está patrocinado por la primera empresa del país. El trato es exquisito», apunta Fabiano, quien desde el primer instante asume el difícil reto con intención de situar al equipo de nuevo en Primera División: «Está en Segunda y se confeccionó un proyecto para ascender, sí o sí». En su cuerpo técnico cuenta con otro gallego, el preparador físico compostelano Sergio Castiñeiras, que trabajó en el Compos y en el Estoril, en donde era el entrenador de porteros.

Quiere a Nacho con él en Corea

Es la única incorporación que pudo realizar, aunque si el proyecto acaba bien su intención para el próximo curso es rodearse de más talento español: «Me pusieron siete coreanos para ayudarme y ya había entrenador de porteros. Mi intención era contar con Nacho Fernández Pacios, que fue compañero mío en el Compos de Primera División. Espero traerlo en el futuro si los resultados son buenos y si me permiten esa opción el club», explica el hispano brasileño, que cuenta con «una comisión técnica muy grande, con traductores y cinco ayudantes del entrenador».

La plantilla, que permite tres extranjeros y un jugador asiático que no sea de Corea, tampoco pudo tocarla mucho. El Dragons Jeonnam fichó un australiano y tenía ya dos extranjeros con contrato, «que no podía echar». El último refuerzo fue un delantero brasileño, que viene de un equipo de Sao Paulo. Y ya contaba con un croata y otro brasileño.

Cuando le hablaron de Corea sintió en su cuerpo algo extraño, pues la primera impresión es que «te vas a un país totalmente diferente, con costumbres y comidas que no conoces, con otro idioma. Desde que llegué al aeropuerto, todo es amabilidad. Me encontré gente con unos valores increíbles, con seriedad y mucha disciplina. Llevo poco tiempo, pero soy inmensamente feliz».

«Quiero ser protagonista con el balón»

Ahora, con mucho trabajo y esfuerzo, Fabiano intenta que sus ideas futbolísticas entren en lo más profundo de cada uno de sus jugadores. «Me trajeron para imponer mi estilo, pues la directiva conoce mi forma de jugar. Saben que busco un equipo dominante, con posesión, un equipo que presiona arriba, con mucha personalidad y ofensivo. Así quiero que sea el Dragons Jeonnam, que se distinga por su buen fútbol, su buen toque y que sea siempre protagonista con el balón», es decir, lo que Fabiano Soares era como futbolista.

Ya sabe escribir su nombre en coreano y poco a poco va aprendiendo palabras importantes para poder dirigirse directamente a sus futbolistas en el transcurso de un partido, palabras como presión, defensa, organización, repliegue, circulación, banda, etcétera, «pero los nombres son imposibles, tengo que hacer un seguimiento de los jugadores por sus dorsales», se ríe.

Cuenta con un traductor y a veces los futbolistas no interpretan correctamente el enfado de su entrenador: «Ellos saben que estoy cabreado, pero el traductor es muy educado y lo suaviza todo. Y al final no lo entienden como bronca. Poco a poco intentaré que sepan realmente que es una bronca, por eso quiero aprender más palabras para apretar más a los jugadores».

Ya encontró piso, pues al principio estaba viviendo en un hotel. Le van a buscar todas las mañanas para desayudar con los jugadores y el cuerpo técnico, con el que se reúne para aclarar conceptos antes de comenzar la sesión de las diez de la mañana. En pretemporada, a las doce del mediodía es la hora de la comida, que se hace en el club. Luego, descanso y vuelta a los entrenamientos en sesión vespertina. Tiene muy poco tiempo para conocer la ciudad en la que vive.

Lo que peor lleva es pensar que va a estar una temporada entera lejos de su familia, aunque su equipo trabajó durante dos semanas en Portugal. Y también tiene algunos problemas con la comida: «Es totalmente diferente y con mucho picante. Sin embargo, cuando hicimos la pretemporada en Estoril todos mis ayudantes se quejaban porque la comida no tenía picante», vuelve a reírse el técnico del Dragons Jeonnam. También tendrá que adaptarse al clima: «El invierno es muy frío en Corea, ya lo estoy notando».