Segunda B Arruabarrena y Pazos encabezan la cuenta goleadora del equipo
07 ene 2019 . Actualizado a las 20:00 h.La victoria ante el Real Madrid Castilla fue el mejor regalo para la afición granate, pero especialmente para los dos reyes magos, esos que como decía la canción de Oliver y Benji, son los magos del balón. Y como esta pareja con la que crecieron los niños de los ochenta, Arruabarrena y Pazos funcionan mejor juntos. Lo dicen ellos, pero lo confirman los estadísticas, esas a las que nos agarramos para demostrar que nuestras intuiciones son reales. Mikel Arruabarrena y Javi Pazos son esa pareja de delanteros que demostraron el domingo que juntos son imparables cuando el equipo funciona como un buen engranaje. Suman siete y seis goles, respectivamente. Más que el resto del equipo junto. El vasco marcó cinco de los tantos compartiendo campo con el pontevedrés. «Hemos jugado los dos en tres partidos y hemos ganado, el del domingo fue un encuentro perfecto para los dos, ganamos a un rival directo y es un paso importante por pelear por estar entre los cuatro primeros», explica Mikel.
La relación entre ambos viene desde principio de temporada. Javi Pazos llegó para encabezar el espíritu goleador del proyecto granate, pero en el último momento se incorporó Arruabarrena, un jugador rodado, con mucha experiencia en el que el equipo depositaba su confianza. Al pontevedrés puede decirse que se le vino el mundo encima al pensar que su posición se ponía en jaque. De hecho jugó el primer partido y luego se cayó del once inicial entregando el puesto a Mikel. La lesión del vasco abrió otra vez la puerta a Javi Pazos, que la supo aprovechar en forma de goles. Caían uno tras otro. La recuperación de Mikel le fue metiendo en el equipo poco a poco. «Es verdad que tengo una edad y me cuesta más reincorporarme de una lesión, coger ritmo y cuando mejor estaba, empezó a jugar Javi y él estaba bien. La verdad es que yo voy a tirar por los dos», reconocía el delantero vasco ayer tras la sesión en Cerponzóns.
Goles que dan ánimos
Luismi siempre apostó por un único delantero, pero con los dos en el campo el equipo funciona. Lo hizo contra el Rápido de Bouzas, ayer en casa ante el Castilla y contra el Fuenlabrada. «Podemos jugar los dos y se ha demostrado. Para que un equipo esté en play off es importante que los jugadores tengan más de diez goles. Aquí está el trabajo hecho para que nosotros marquemos, vivimos de los compañeros», subraya Mikel, que necesitaba volver a tener confianza.
El resultado y sus dianas le devolvieron el ánimo que andaba algo tocado. La lesión, tener a la familia lejos y su reciente paternidad hacen tambalear a veces esa positividad. Los goles y la titularidad le dieron fortalece. Ni él ni a Pazos, como a ningún jugador, les gusta estar en el banquillo. «Para mi vinieron como dos regalos de Reyes. Javi ya había marcado antes y estaba bien», indica Mikel. Recalcan que no son excluyentes, que existe un once granate en el que caben los dos. «Esta vez jugué más en banda, pero me sentí muy cómodo. Con Mikel y conmigo en el campo hay más llegada», comenta Javi Pazos, que recalca que «nos entendemos genial y vamos para arriba, Luismi nos pide agresividad en el área e intensidad y lo intentamos hacer».
El delantero pontevedrés reconoce que se entienden dentro y fuera del campo. No hay nada mejor para que la magia funcione. Ambos entendieron que las decisiones las toma el técnico y que el tener minutos o no solo depende, en este caso, de Luismi. Entre bromas lanzan un mensaje al míster. «A ver si nos oye que funcionamos bien juntos», bromean a la salida de Cerponzóns. La deportividad la llevan como bandera, saben que cada domingo son la cara visible de un esfuerzo global. Ellos empujan el balón al fondo de la malla, pero para llegar hasta ahí, el equipo debe funcionar, como lo hacía el de la serie Campeones.