Arantxa Novo: Opositora, madre y base en la élite del baloncesto

DEPORTES

Carlos Castro

El Ensino de Lugo ha renovado a la ferrolana, que vuelve a la Liga Femenina obligada a compaginar tres roles exigentes

02 nov 2018 . Actualizado a las 08:20 h.

Escuchar el día a día de Arantxa Novo (Ferrol, 1982) marea un poco. La base acaba de firmar un acuerdo de renovación con el Ensino para ayudar a las lucenses en su regreso a lo más alto del baloncesto femenino. Compagina ese rol de jugadora profesional con los de opositora y madre.

«Ha sido todo una locura. Empiezo a entrenar un martes, juego un miércoles y es un ritmo frenético. Pero es todo una cuestión de rutinas y espero que vaya bien dentro del movimiento que hay en mi vida», dice risueña. Tiene un hijo de 21 meses y su marido, el entrenador de baloncesto Javi Muñoz, encadena su segunda temporada en México. El año pasado, Novo se decidió a preparar unas oposiciones al Estado, consciente de que su vida deportiva tiene fecha de caducidad y que quiere pasar tiempo con su familia.

«Después de desayunar, dejo al peque en la guarde, paseo al perro y me voy a la biblioteca», relata. Le queda la tarde para ir a la academia y a entrenar con las rojillas. Tiene una chica que le ayuda a cuidar a su hijo cuando ella baja a la cancha y también recibe la ayuda de su padre, amigos y otros familiares. Reconoce que compaginar la vida de jugadora de élite y la de madre es «difícil y al final la que tiene que ceder siempre es la mujer. Es la que se queda embarazada, la que después si quiere volver a jugar ya no es la que era antes y es como ‘ah, bueno, pero viene de parir’», apunta con resignación.

Recuperó su vida de jugadora porque no soportaba la idea de vivir lejos del baloncesto. «Recuerdo que el año que estuve embarazada lo pasaba fatal porque al final Javi también se dedica a lo mismo y claro, ves partidos, estaba en el chat del IDK y siempre he tenido ese mono de jugar». Lugo le dio la oportunidad de volver a la cancha y no se lo pensó. Su vuelta ayudó a las de Juan Nécega a conseguir el ascenso el año pasado.

Se marea si lee en el autobús, así que no puede aprovechar los desplazamientos del equipo para estudiar, pero ha encontrado la fórmula: grabarse. «Tengo unas compañeras de oposición que me dicen que es bueno, así puedo ir repasando con unos cascos», explica.

Novo está convencida de que «las ayudas son necesarias para las deportistas profesionales que quieren ser madres». La base ferrolana argumenta que no es una decisión fácil de tomar porque el embarazo te corta la trayectoria y porque después la conciliación no es nada fácil. «He tenido compañeras que hasta que se retiren no piensan tener hijos y otras los han tenido antes y después tienen que estar separadas de ellos porque no se pueden hacer cargo al 100 %», argumenta.

Internacional con España en modalidad 3x3 y medalla en los Juegos Europeos de Bakú, reconoce que ha vivido «de todo y cosas sorprendentes» en el baloncesto y ahora «quiero disfrutar, tengo un nuevo admirador, que es mi hijo y la verdad que no sé. Tengo ganas de cumplir esta etapa y hasta que pueda». El nuevo miembro de la familia Muñoz-Novo tiene influencias baloncestísticas, por sus padres, y futboleras, porque su abuelo (Richard Gómez) y su tío (Nacho Novo) fueron profesionales con el pie. «Antes de venir estaba tirando como a canasta y celebrando goles. Javi está un poco desesperado, pero yo no tengo problema. Lo que tengo muy claro y es algo que me han inculcado mis padres, que hagas lo que te haga feliz», responde con humor Arantxa Novo sobre las inclinaciones deportivas de su hijo.

Preparada para un nuevo año en lo más alto, la base cree que el Ensino tiene mucho margen de crecimiento este año si se acopla bien y trabaja duro.