Tomás Reñones regresa al Atlético de Madrid

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

CESAR TOIMIL

El compostelano se integra en el equipo de trabajo de la primera plantilla colchonera

16 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Tomás Reñones Crego (Santiago, 1960) regresa al Atlético de Madrid. El exfutbolista, titular en el lateral derecho de un Mundial (México 1986) y de una Eurocopa (Alemania 1988) con España, vuelve al lugar del que nunca debió salir. Ya lleva tiempo trabajando y colaborando con el Atlético, pero ahora dio un paso más. Es el coordinador de las distintas funciones que afectan a la primera plantilla del conjunto colchonero, lo que implica viajar con el equipo y estar con ellos las veinticuatro horas al día.

El Atlético de Madrid que él dejó no se parece en nada al Atleti en el que ahora aterriza de nuevo. Dice que lo hace con muchísimas ganas e ilusión, como si nunca lo hubiese dejado. Hablar con el Tomás de ahora, ya cerca de los 58 agostos, es casi como charlar con el Tomás de hace tres décadas, cuando era internacional y un fijo en el lateral derecho de las alineaciones del Atlético de Luis Aragonés y de todos los entrenadores que estuvieron en el banquillo del Calderón. El compostelano era indiscutible, era un portento físico y un futbolista que moría en el campo por su escudo y por su camiseta. Muy pocos quedan como él.

Cuando era una joven promesa se fue a probar fortuna a la capital de España. Y triunfó. Su discurso entonces era el mismo que ahora: «Siempre fui atlético y siempre seré del Compos. En mi vida hay dos equipos y eso nadie lo puede dudar». Son palabras de antes que firma hoy mismo el exinternacional. Se ganó a pulso los galones en el vestuario rojiblanco, en el que en su última temporada coincidió con Lubo Penev, luego estrella en el Compostela. Ambos futbolistas lideraron el último doblete del Atlético de Madrid. Fue hace 22 años.

El 25 de mayo de 1996, el Atlético del capitán Tomás y del pichichi Penev (firmó 16 goles) hizo historia. Ante el Albacete, el once de Antic completó una temporada de ensueño, casi única en la historia de la entidad. Un gol de Simeone, hoy capitán general colchonero, y otro de Kiko elevaron al cielo a la escuadra rojiblanca. El portero Molina, hoy en la selección española, fue el Zamora de la Liga y uno de los integrantes de un plantel irrepetible, en el que estaban Solozábal, Santi, Vizcaíno, Simeone, Kiko, López, Pirri (también exjugador del Compos), Roberto, Caminero, Pantic, Penev y, por supuesto, Tomás Reñones.

En sus últimos años de corto, el nombre de Tomás sonó para el Compos. José María Caneda quería traer al lateral de vuelta a casa. Nadie se lo creía. Todos decían que eran imaginaciones del presidente. Pero es cierto que lo intentó, lo mismo que hizo un par de años después con Lubo Penev. Campeón de Liga y Copa, ni los más optimistas podían imaginar que el búlgaro celebraría el doblete vistiéndose de blanquiazul en San Lázaro. De Jesús Gil y Gil y de José María Caneda se podía esperar cualquiera cosa.

Su historia de rojiblanco

Pocos conocen el Atleti como Tomás, que llegó al Calderón hace casi cuarenta años. Es el segundo futbolista que más veces vistió la camiseta rojiblanca. Lo hizo en un total de 483 veces. Solo le supera Adelardo, con 550 partidos. Y todo apunta a que seguirá muchos años en el podio de privilegiados. Tercero es Collar, con 468 encuentros de rojiblanco. El único que está en condiciones de rebasar al compostelano es Koke Resurrección (365).

Seguro que Simeone influyó algo, o eso piensa Tomás, en la decisión del club de incorporar ahora al compostelano al grupo de trabajo del primer equipo rojiblanco. Compartieron muchas horas en un vestuario que en nada se parece al de hoy en día. Ahora el Atleti es una empresa gigantesca, reconoce el compostelano, por lo que esta tremendamente agradecido que se hayan acordado de él.

No hace muchas semanas estuvo en A Coruña, invitado por una peña atlética. En Santiago, en su ciudad natal, también se empieza a trabajar en un proyecto para formar la peña Tomás Reñones. «Más que él nadie se lo merece», señalan los aficionados que quieren que tenga su templo en la capital gallega.

El exfutbolista se suma a un nuevo y ambicioso proyecto en su casa de siempre. El Atlético es uno de los grandes de Europa. En la final del Mundial había cuatro colchoneros, lo que indica el gran nivel y potencial de su plantilla, que comenzó el trabajo de pretemporada en cuadro, sin efectivos, al tener a casi todo su plantel en la fiesta mundialista.

Su Compostela

Casi desde que nació, Tomás es del Compos. Desde muy niño es del Atlético. Son sus dos amores futbolísticos. Ahora se dedica en cuerpo y alma al Atleti, pero no se olvida ni un instante del Compostela. Sigue cada paso de la entidad blanquiazul y disfrutó como nunca del play off que estuvo a punto de ascender al cuadro de Yago Iglesias a Segunda División B. Se emocionó al ver en San Lázaro a más de siete mil aficionados. Considera que quedarse en Tercera División no fue un fracaso. Fue, simplemente, mala suerte, entiende el nuevo coordinador de la primera plantilla del Atlético. Hay que seguir empujando, anima el compostelano. Ahora no se puede bajar la guardia. Es un consejo de Tomás, el deportista más ilustre de la capital de Galicia.