Los dos delanteros en mejor estado de forma de Europa confluyen en la final de Kiev
25 may 2018 . Actualizado a las 16:15 h.«A Salah le faltan quince años para ser como Cristiano», dice el entrenador del Liverpool Jürgen Klopp. Él sabrá. Bien sea porque lo piensa realmente, o bien porque desea descargar de presión a su máxima estrella con vistas a la final de la Champions que disputará este sábado en Kiev contra el Real Madrid, lo cierto es que el entrenador alemán dio con la clave del partido: el duelo entre ambos delanteros.
Cristiano Ronaldo llega a este final de temporada como tiene acostumbrada a su parroquia en los últimos tiempos, en plenitud. El atacante ha aprendido a dosificar su cuerpo para poder aportar su capacidad resolutiva en los partidos decisivos, en los que antes en ocasiones no aparecía por agotamiento y desesperación.
Un momento totalmente opuesto está viviendo el egipcio Mohamed Salah, que duplicó esta temporada su acierto de cara a la portería contraria, firmando 44 tantos en 50 partidos (diez de ellos, en la Liga de Campeones). Cristiano atesora 45 goles en otros tantos partidos. A mayores, ha regalado a sus compañeros ocho tantos más (tres en Champions), mientras que el egipcio ofreció en bandeja catorce goles (cuatro en la máxima competición continental).
A sus veinticinco años de edad, Salah destapó este año el tarro de unas esencias goleadoras que se mantenían en segundo plano ante la verticalidad y la velocidad de su juego. Sus treinta y dos dianas en una sola temporada en la Premier League la sitúan por delante de Alan Shearer, Luis Suárez y el propio Cristiano Ronaldo en la historia del campeonato inglés. No faltan las voces que piden el Balón de Oro para él.
Pero, claro, tampoco faltan los que, como Klopp, recuerdan que si Salah cuajó una temporada excepcional avalado por tales estadísticas, son innumerables las que Cristiano Ronaldo ha protagonizado al mismo nivel hasta el momento. Ha superado por octavo año consecutivo las cuarenta dianas. No le importó arrancar con una sanción de varios partidos por empujar al árbitro en la ida de la Supercopa de España. Y, aunque le costó más que nunca encontrar continuidad en el gol, el inicio del 2018 y el cambio táctico definitivo para jugar de 9 puro le impulsó en esta faceta.
Es más, el portugués (que ya es el tercer máximo goleador en las finales de la Liga de Campeones, junto a Rial) aspira a entrar en el olimpo de futbolistas legendarios, ya que tiene al alcance de su palmarés su quinta Copa de Europa. Salah y Cristiano. El futuro contra el presente en una final que enfrenta a dos clubes con un peso histórico demoledor. La presión será también un factor para tener en cuenta.