La rutina de salvar los muebles

DEPORTES

JAVIER SORIANO | Afp

Oblak y Navas resultaron tan imprescindibles como Cristiano y Griezmann

09 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Minuto 68. Tenía la tablilla en la mano el cuarto árbitro cuando el Cholo se giró y ordenó darle el alto al cambio. Juanfran había cometido falta sobre Bale a pocos metros del área grande y el técnico del Atlético no quería que el trajín del reemplazo distrajese a los suyos en las marcas. Una sustitución en un momento poco oportuno puede condicionar un partido. Tanto, como no hacerla.

Minuto 56. Había marcado Cristiano y Simeone entendió que la reacción pasaba por agitar el árbol. Ya estaban preparados Correa y Gabi en la banda. A Thomas y a Vitolo les quedaba una jugada en el campo. Thomas encontró un balón muerto cerca de la frontal blanca. Se lo envió a Vitolo, salvando un par de piernas, y el canario combinó con Griezmann para encarar a Navas y dejarle el gol hecho al francés antes que ser derribado por el meta. El derbi del Bernabéu se decidió por un detalle incontrolable: el instante exacto de un cambio ya preparado.

El resto cayó en el saco de lo acostumbrado. Anotaron Griezmann y Cristiano. Pararon Oblak y Navas. Las diferencias se marcaron donde suelen: las dos áreas. En las pequeñas, concretamente. Se aproximó a ella el 7 local y embocó su derechazo sin dejar caer el centro de Bale. Al rato apareció el 7 visitante y rehízo el empate en su único chut a puerta. Un gol de cada estrella en un choque sin apenas valor entre los dos grandes madrileños. Rutinario como una parada de dos de los mejores porteros del mundo. Uno, constantemente discutido. El otro, indiscutible.

Minuto 57. Recién estrenado el 1-1, Carvajal pifió un despeje y el cuero voló hacia la pierna de Koke, dispuesta para el 1-2. Voleó con violencia y respondió Keylor, que ha alcanzado su estado de gracia justo cuando el Madrid se aproxima a la semifinal de la Champions y el Mundial aparece a la vista. «Nos descuidamos un poco», lamentó después el portero, aludiendo al breve aluvión rojiblanco. «Es un gran portero», añadió apuntando al otro protagonista del duelo. A los elogios se sumaron Zidane -«Oblak es muy bueno»- y Ramos, frustrado por el esloveno.

Minuto 91. Falta en la frontal, que reclama para sí el capitán blanco, aprovechando la ausencia de Cristiano. Su disparo salva la barrera pero no la manopla del portero, soberbio ya frente a Varane y Carvajal durante el primer tiempo. El meta ha alcanzado ya el estatus de jugador franquicia colchonero, tan decisivo como Griezmann. «Trato de hacer lo posible para que se queden todos los que nos hacen crecer», reflexionó Simeone acerca del futuro del arquero. De quien también habló Thomas: «Todo le sale bien». Ha convertido en rutina el acto de salvar los muebles.