Comienzan a oírnos, ¿y a escucharnos?

Elena Roca TOCA PLACAR

DEPORTES

ANDREJ ISAKOVIC | Afp

01 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Parece que han comenzado a oírnos porque, tras muchos años diciendo que sentimos vergüenza al ver a las azafatas sujetando el paraguas sobre los pilotos en el paddok de un gran premio, vemos que al final pueden tomar una decisión como la de la fórmula 1.

Hay que matizar que oír no es lo mismo que escuchar. Al escuchar tratas de entender, comprender, dar sentido a lo que se oye, para poder llegar a empatizar si cabe; y no quedarse en la superficialidad.

Quien no entiende esta decisión, que previamente ya se había tomado en varias pruebas ciclistas, es porque solo ha estado oyendo nuestras protestas contra la cosificación de la figura de la mujer, contra la existencia de la mujer objeto en el deporte, y contra tradiciones ya obsoletas y denigrantes en esta sociedad moderna. Necesitamos que escuchen para que entiendan esta apertura de miras, una adaptación lenta que está cambiando a la sociedad. Se trata de dar oportunidades, sin tener que ser vejatorio, tanto a las mujeres como a los hombres también en este menester de azafatas y azafatos.

Me he tomado la libertad de citar, para quien no escucha, leyes que estaban y están todavía incumpliéndose. Por ejemplo, la Ley General de la Comunicación Audiovisual, 7/2010, en el artículo 18.1 establece que «está prohibida toda comunicación comercial que vulnere la dignidad humana o fomente la discriminación por razón de sexo... Igualmente está prohibida toda publicidad que utilice la imagen de la mujer con carácter vejatorio o discriminatorio». A su vez la Ley 34/88 General de Publicidad declara ilícita la publicidad que presente a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar.

En resumen, creo que estamos empezando a conseguir cosas que caían de cajón. Pero no nos relajemos, ya que todavía toca placar para proteger a la mujer del uso sexista de su imagen corporal como reclamo comercial y publicitario en todos los ámbitos, no solo en el deporte. Y escuchar, por favor, claro que creo que la profesión de azafata o azafato no debe desaparecer, pero siempre que no se confunda el glamur que pueden aportar con un trato discriminatorio de su labor.

Elena Roca fue campeona de Europa de rugbi y es directora técnica del CRAT