La jugadora profesional de golf gallega progresa en Estados Unidos y, tras dejar el campo aficionado, jugará la escuela del LPGA
16 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La jugadora de golf santiaguesa Fátima Cano ha cumplido este verano un sueño más. El 30 de julio, y con tan solo 21 años debutó como profesional en Estados Unidos, dónde reside desde que decidió cruzar el charco para estudiar y jugar al golf becada en la Universidad de Troy (Alabama). Ahora, una vez acabada la carrera, sigue viviendo en el mismo estado americano, en la ciudad de Birmingham. Allí se entrena con su equipo en el campo de Shoal Creek y prepara su próximo torneo, que tendrá lugar del 24 al 27 de agosto en California. Galicia solo tuvo otras tres profesionales antes, Itzíar Nieto, Katia Fernández y Marta Silva.
-¿Por qué Estados Unidos?
-El mayor motivo por el que me fui fue porque así podía alcanzar dos de mis objetivos al mismo tiempo: estudiar y competir en el golf. Para mí, tener una carrera universitaria siempre ha sido muy importante. Por mucho que me guste el golf y tenga en mente hacer de este deporte una forma de vida, haber estudiado me da más oportunidades.
-¿Allí se valora más el deporte?
-En Estados Unidos se premia mucho el esfuerzo y el trabajo duro. Por supuesto hay deportes que reinan sobre otros, pero la mayor diferencia es que en España, si practicas un deporte poco conocido, la gente, en general no se lo toma en serio, mientras que aquí la cosa cambia. Cuando alguien practica un deporte y sobre todo en la universidad, la gente le da mucho más valor.
-¿Cómo resumiría estos últimos cuatro años?
-Ha sido una gran experiencia gracias a la cual he tenido la oportunidad de competir al más alto nivel del mundo amateur. Además de haber sido muy beneficioso para mi golf y de haber crecido como jugadora, también lo he hecho como persona.
-¿Cuál fue su mejor momento?
Tengo demasiados momentos bonitos. Tener a mi familia al lado durante mi graduación es quizás uno de los mejores. Los recuerdos que tengo ganando torneos o viajando por todo el sur con mi equipo son increíbles, pero el haber podido compartir con mi familia un pedazo de lo que he vivido en este país, se lleva la palma.
-Tanto tiempo fuera de casa, ¿ha incluido etapas duras?
-Nunca es fácil estar tan lejos. Las primeras semanas fueron extremadamente difíciles. Recuerdo llamar a mi madre y decirle que no sabía si sería capaz de hacerlo. Siempre es duro, pero la «morriña» se acentúa en fechas especiales. Hay muchos momentos en los cuales me gustaría poder estar de vuelta pero luego pienso en que estoy viviendo una oportunidad increíble y por eso merece la pena aunque todo tenga sus cosas «no tan buenas».
- ¿Y ha influido esto en su juego?
-El golf es un deporte muy mental. El no tener a mi familia cerca puede que sí que haya afectado algo a mi estado de ánimo, pero por lo general intento focalizar ese tipo de sentimientos en una motivación.
-¿Desde que se fue a Estados Unidos tenía en mente el paso a profesional?
-La idea siempre la tuve en mente pero una vez que vine para Alabama, el deseo se acentuó, ya que podía entrenar mucho más de lo que lo hacía en España, jugar más torneos y vivir rodeada de una cultura que le da más importancia al deporte, y especialmente al golf.
-¿Es un torneo profesional muy distinto al resto?
-El juego es el mismo, pero sin un equipo o alguien cerca en el que apoyarte. Es un poco más solitario. La verdad es que los nervios fueron un poco mayores e imagino que eso cambiará con el tiempo, aunque en mi opinión estar algo nerviosa no es malo, todo lo contrario, me parece precioso y yo trato de disfrutarlo al máximo.
-¿Ve un paralelismo entre la carrera de Marta Silva y la suya?
-Sí. Marta ha tenido una magnífica etapa amateur y estoy segura que triunfará como profesional. Espero poder competir con ella al más alto de los niveles.
-¿Qué planes tienes ahora?
-Por ahora lo primero es jugar la escuela clasificatoria para el LPGA Tour. La verdad es que no miro demasiado hacia el futuro y prefiero tomarme mis objetivos uno a uno. Jugar en Europa es una opción que siempre tengo presente, pero el objetivo más inmediato es competir para pasar la primera fase de la Q-School.
-¿Cuál es tu sueño a largo plazo?
-Convertirme en la mejor jugadora del Tour, aunque también sueño con ir a los Juegos Olímpicos. Creo que poder representar al país al que perteneces delante de todo el mundo es un momento muy especial para cualquier deportista.