El enorme vacío del maestro Woods

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

© USA Today Sports / Reuters

Golf Tiger renuncia al Masters, que relanzó hace 20 años con récords televisivos

02 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El golf celebra estos días los 20 años del advenimiento de Tiger Woods. Aquel juego de habilidad se reinventó en la primavera de 1997, durante cuatro días inolvidables del Masters. La exhibición de aquel jugador negro, ambicioso y aparentemente invencible transformó su deporte. Sus rivales incluyeron el trabajo en el gimnasio como parte de su preparación, los campos se rediseñaron para que se hiciesen más largos y las audiencias se multiplicaron. Aquella hazaña la recoge ahora en un libro con su firma. Pero el gran icono que relanzó el golf a finales del siglo pasado acaba de confirmar lo que tanto se sospechaba. Sus problemas físicos -los últimos, en la espalda- le obligan a renunciar al Masters. No por esperada, su ausencia deja de sacudir el torneo. Woods es hoy el número 757 del ránking por culpa de su irregularidad y sus largas etapas de baja. Y aunque el último de sus 14 grandes lo logró en el 2008, desprende el aura de los mitos. Sí acudirá el martes a la tradicional cena de campeones del Augusta National, esta vez servida por el inglés Danny Willett como último ganador.

«Hice todo lo posible para jugar, pero la rehabilitación de mi espalda no me dio tiempo para prepararme», anunció Woods, que no pone fecha a su reaparición. En enero, había vuelto tras 17 meses de baja. Pero no compite desde que en febrero se retiró del torneo de Dubái. Así que nadie esperaba que Woods lograse su quinta chaqueta verde en el torneo que empieza el jueves. Pero su tercera ausencia en el Masters (que ya se perdió en los años 2014 y 2016) supone un vacío irreemplazable.

«Quizá no vuelvan a lograrse ya las audiencias del mejor Tiger. A lo mejor no vuelven a conseguirse nunca», entiende Nacho Gervás, director deportivo de la Real Federación Española y uno de los grandes conocedores de los secretos del Masters, primero como estudiante de la universidad de Georgia Tech y luego como comentarista de televisión. «Creo que para el torneo y para el golf en general no es lo mismo perderse a un Tiger competitivo, lo que supondría un palo enorme, que perderse al actual, que no está al 100%. No solo atraviesa un bache físico, sino también de juego», matiza Gervás.

«El torneo pierde, mentiríamos si dijésemos lo contrario, pero el Masters y el British tienen una dimensión más grande que Tiger y pueden encajar su ausencia», considera Álvaro Quirós, que jugó en Augusta cuatro veces y llegó a ser líder en el 2011. «En todos lados lo quieren tener por lo que ha sido, y aunque lleve años sin jugar bien, sigue siendo muy atractivo», añade el jugador gaditano, que da otra clave: «Quizá su ausencia sea un palo mayor para el público de la televisión que para aquellos que lo ven in situ, porque vivir allí el Masters es un espectáculo tremendo».

Gervás, que ha seguido más de 20 ediciones del Masters, entiende el delicado dilema al que se enfrenta Woods a sus 41 años: «Está en una encrucijada, porque lo mejor de Tiger ya lo hemos visto. Si no es el mejor, continuar es delicado». Porque no gana un torneo desde el 2013. «Muchos de sus fans confían en que todavía nos sorprenda con un gran salto, pero siendo realistas resulta muy difícil», matiza el profesional madrileño.

Aquel que no ha visto jugar a Woods, quiere hacerlo antes de que sea tarde. «Para el último torneo en Dubái, como iba Tiger, un amigo me pidió entradas. ‘Es que igual no vuelve a jugar allí más’. Es un reclamo en sí mismo, más que algunos campeonatos, porque ha sido el más grande durante los últimos 20 años», explica Quirós.