El surf ya ultima su museo

A. Bruquetas FERROL / LA VOZ

DEPORTES

ANGEL MANSO

El Concello de Valdoviño y el Océano Surf Club impulsan la creación de un espacio pionero en España para dinamizar el deporte que dibuja en las olas

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«He cedido cuatro cajas con objetos que he ido guardando a lo largo de todos estos años». A Vicente Irisarri, uno de los pioneros del surf en Galicia y de los fundadores del Océano Surf Club -que se encargó de la organización del mítico Pantín Classic durante dos décadas-, se le enciende la voz cuando echa la vista atrás y rebusca mentalmente en los recuerdos que encierra el material que ha donado para la creación del primer museo del surf en España. Si todo marcha según lo previsto, abrirá sus puertas este verano en la Casa da Cultura de Valdoviño. «Son fruto de una época preciosa, donde todo era nuevo... Imagínese, ya van cincuenta años de surf en Galicia y treinta del Classic», recalca. «Pero la idea -continúa- no es que sea una sala con unos cuántos objetos de coleccionista y que después de unos meses la gente ya se olvide de ella... el proyecto pretende ser ambicioso, algo vivo, que contenga exposiciones temporales con fondos de otros museos de una temática similar como los que hay en California o en el Reino Unido, y que se organicen ciclos anuales de música y cine relacionados con el surf o con las numerosas variantes de deportes de deslizamiento».

Esa no es la única aportación del Océano al contenido de esta iniciativa que estos días se esmera en adaptar su continente, el singular edificio del reconocido arquitecto Manuel Gallego Jarreto. De hecho, el hilo conductor de todo el museo será el trabajo de documentación que ha realizado Jesús Busto, el actual presidente de la entidad, en relación a la historia del surf en Galicia. A partir de ahí, de esos protagonistas, el relato viajará a los lugares donde nació un deporte que permite al hombre, con una tabla como pincel, dibujar sobre el lienzo que genera una ola, una vistosa pared de agua salada.

Y también visitará las distintas disciplinas que se interrelacionan constantemente con el surf, como la oceanografía, la meteorología o la ingeniería, a través del diseño y composición de materiales. «Evidentemente habrá una sala específica para el Pantín Classic», comenta Jacobo Suárez, quien se encargó de la financiación para lo que nació de unas conversaciones de los responsables del Océano con el alcalde de Valdoviño, Alberto González. «Pero -añade- la intención es que el peso de la prueba en el global del museo vaya disminuyendo con el paso del tiempo, conforme se vayan consiguiendo dotarlo de diferentes elementos».

«Creemos en el surf como algo que puede dinamizar nuestro territorio. Las playas, el entorno del que disponemos, es nuestro mejor polígono industrial», explica el regidor. «Y es, a través del Pantín Classic, el mayor embajador que tenemos alrededor del mundo», recalca González.

La iniciativa cuenta con fondos europeos y la implicación de las escuelas

Después de que se produjese el maridaje entre la inquietud del Océano como club por generar un espacio de estas características con la intención del Concello de Valdoviño de seguir potenciando todo lo relacionado con el surf, arrancó la labor de encontrar dinero para ponerlo en marcha. Tras un arduo trabajo el Océano Surf Museo, como se llamará, consiguió una subvención de 94.912 euros de la Xunta de Galicia, a través de los grupos de acción local del sector pesquero al amparo del Fondo europeo marítimo de pesca. El Concello, que lidera su creación, aportará otros 50.000 euros para que se convierta en una realidad.

«Uno de los objetivos del museo, evidentemente, es económico. Trata de posicionar a Valdoviño de forma preferencial como destino turístico relacionado con el surf», comenta Jacobo Suárez, quien apunta: «El planteamiento es que sirva para incrementar la estancia media de los visitantes, porque disponen de una oferta experimental única, y esto posibilitará que se consoliden pequeñas empresas que nacen en torno a este mundo como los surf camps, las surfhouse o las escuelas». Estas últimas se han volcado con el proyecto. 

«¿Por qué Valdoviño y no A Coruña, Vigo o Ferrol? Porque, en primer lugar, por todo lo que ha supuesto este punto para el desarrollo del surf en Galicia; y, por otro lado, porque dentro de esas ciudades, quizás el museo fuese uno más, mientras que en Valdoviño, si se cuida, puede ser algo capital», sentencia Irisarri.