El central de Cedeira brilla en el Sporting con las cualidades que han guiado su carrera: inteligencia y aplomo
24 oct 2016 . Actualizado a las 15:29 h.En cuanto concluyó el partido en el estadio de Los Cármenes, a Abelardo le preguntaron por el jugador que acababa de hacer debutar en Primera. «Hemos ganado un central», resumió con diligencia el entrenador del Sporting de Gijón. Fue, sin duda, el mejor halago para Juan Rodríguez, el chico de 21 años de Cedeira por el que el conjunto asturiano pagó un pequeño traspaso al Somozas el verano pasado y que sin tocar la Segunda División ya luce en Primera. «Estuvo sensacional», recalcó el técnico que ya lo había elegido como uno de los jóvenes talentos que acompañaron al primer equipo durante la pretemporada. Aquello -e indudablemente las bajas de Babín y Amorebieta- fue el germen de todo lo que está viviendo el defensor gallego. Allí, en esa travesía por Portugal, Juan Rodríguez ya mostró algunas de las cualidades que han guiado su carrera: inteligencia y aplomo.
Hijo de un matemático, nunca fue el primero de la clase en su equipo. «Había chicos con más talento que él», recuerda Antonio López, Stili, uno de los artífices de que fichase por el Racing de Ferrol para sus categorías inferiores y quien lo dirigió la pasada temporada en el Somozas. «Pero tiene algo muy importante con respecto a otros jóvenes que despuntan, es tremendamente humilde y posee una inteligencia emocional impresionante. Sabe digerir la presión en cualquier circunstancia», comenta el preparador, que también agrega: «El fútbol para él y para su familia siempre fue secundario. Lo tuvieron muy claro. Priorizaron la formación [cursa estudios de Matemáticas] y les ha salido redondo». Fuerte, «con imaginación a la hora de sacar el balón controlado», y rápido las otras virtudes que iluminan un futuro esperanzador.