«Un 25-0 no agrada a nadie»

Iván Antelo A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

MARCOS CREO

Una goleada en la liga coruñesa infantil cuestiona la labor formativa del fútbol base

04 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado sábado, el Atlético Coruña Montañeros derrotó al Eirís (0-25) en un partido correspondiente a la Segunda división local infantil de A Coruña. Un resultado que removió conciencias desde el mismo final del encuentro. Miembros del club perdedor se lanzaron a las redes sociales a criticar este hecho, puesto que entienden que no es bueno para los niños (en este caso de 12 años) este tipo de actuaciones.

El presidente del Eirís, Sebastián Gurruchaga, atendía ayer a La Voz con un tono conciliador, explicando que lo único que les gustaría es que ese tipo de resultados no vuelvan a producirse. No en vano fueron 25 goles en 80 minutos (uno cada 192 segundos). «Somos un equipo de barrio y tampoco aspiramos a grandes cosas. Solo a darle la oportunidad a los niños para que jueguen y, si algún día sale algún jugador, pues mejor. A los chavales les perjudica psicológicamente este tipo de resultados porque se desaniman y ya no quieren volver a jugar», explica. «De lo que se trata aquí es que cuando hay mucha diferencia entre los equipos, como era el caso, el monitor dé la orden de jugar de otra manera cuando alcanza ya una buena renta de goles. Normalmente bajas la intensidad y juegas de otra forma», añade.

Gurruchaga, que lleva cuatro años en el club, aunque este es el primero como presidente, reconoce que no es la primera vez que vive algo así, aunque sí le gustaría que fuera la última. «Nos pasó otra vez que perdiéramos 28-0 con el Deportivo y, para colmo, sacaban los resultados el marcador del estadio. Yo estaba allí en Riazor con los niños y no era bonito verlo... De hecho ya han dejado de hacerlo», relata. 

Llamada de disculpas

El presidente del Eirís reconoce que recibieron la llamada del director deportivo del Atlético Coruña «y se disculpó». Por lo que deja zanjado el tema, aunque le gustaría que este caso sirva de ejemplo para cambiar la norma.

«Pero ¿qué han aprendido esos niños, ganadores y perdedores, después de semejante resultado?», se preguntaban en el Eirís en su página de Facebook. «El mundo del fútbol se resiste a un tipo de reglas, muy extendidas en otras disciplinas, que tratan de evitar estos resultados escandalosos. Unas palizas que para muchos llegan al terreno del ensañamiento, de la humillación y no deben tener cabida en unas categorías donde lo importante es que los chavales desarrollen habilidades básicas de movimiento, se diviertan y pasen tiempo con los amigos», prosiguen en el relato. «Para que no pasen estas cosas debemos empezar por los educadores que son entrenadores, a explicar los valores que tiene el deporte que muchos ni saben ni entienden. Desde el Eirís SD vamos a luchar por que nunca más humillen a ningún niño en el deporte», agregaban. 

Por su parte, Pablo Fernández, el responsable deportivo del Atlético Coruña Montañeros, reconoce que él se fue mal para casa después del resultado. «Incluso hablé con el árbitro por si podía poner menos goles en el acta porque yo de pequeño también llevé choscas y no es del agrado. Pero me dijo que no podía». «Al final hemos ido una hora y media a jugar un partido que nadie disfrutó ni aprendió nada», añade. 

Fernández, que jugó en el Fabril, advierte que «se intentaron hacer todas las cosas que dice el manual para este tipo de partidos. No tirar desde fuera del área, sacar jugando el balón desde atrás, que pasara por todos los compañeros... Lo único que no se hizo fue decirles que no marcaran más goles. Ahora valoraremos si quizás debamos decírselo si se vuelve a dar el caso. Para nosotros tampoco fue agradable».