Olimpiadas Río 2016: Lilly King relega a Efimova a la medalla de plata de la vergüenza

La Voz

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ODD ANDERSEN | AFP

La nadadora estadounidense dejó sin el oro a la nadadora rusa, cuya participación en los Juegos Olímpicos estuvo en entredicho hasta el último día por su vinculación con el dopaje

09 ago 2016 . Actualizado a las 16:20 h.

En un caliente duelo ruso-estadounidense, Lilly King dejó sin el oro a la cuestionada Yuliya Efimova al imponerse en la final de los 100 metros braza de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

La estadounidense King se llevó la prueba con un tiempo de 1:04,93 minutos, nuevo récord olímpico, frente a los 1:05,50 de la rusa Efimova, que fue abucheada desde que entró hasta que salió del Estadio Acuático por su pasado vinculado al dopaje. El bronce fue para otra estadounidense, Katie Meili, con una marca de 1:05,69.

Parecía que Efimova, cuya presencia en Río 2016 estuvo en duda hasta el último momento en el marco del escándalo del dopaje de Estado en Rusia, iba a imponerse y convertirse en la villana perfecta en el Estadio Acuático Olímpico. Pero King, de 19 años, se mantuvo firme en el final e hizo estallar el grito de «U-S-A, U-S-A» en medio de la decepción de la grada rusa.

Cuatro veces campeona mundial y bronce olímpico en los 200 metros braza de Londres 2012, Efimova fue reprobada por el público brasileño en cada una de sus salidas a escena en Río. Y en su primera final no fue la excepción. A pesar de haber logrado una medalla de plata a la que muchos ya han bautizado como «la plata de la vergüenza», Efimova no pudo aguantar la presión y terminó la jornada entre lágrimas.

«Yo siempre pensé que la Guerra Fría ya era una cosa del pasado. ¿Para qué volver revivirla ahora utilizando el deporte?», comentó Efimova a la prensa rusa tras salir de la piscina en Río de Janeiro. Su presencia en los Juegos estuvo envuelta en interrogantes hasta el mismo día de la ceremonia de inauguración por su vinculación con el dopaje. Efimova fue excluida en un primer momento de la cita por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) en el marco de las sanciones a los deportistas rusos. Sin embargo, apeló ante la Corte Arbitral del Deporte y el tribunal suizo le dio la razón al considerar que no podía ser castigada dos veces por el mismo hecho.

Efimova tuvo su primer escándalo a principios del 2014, cuando se conoció que dio positivo por el consumo de esteroides. La rusa, que aseguró que la sustancia se encontraba en un suplemento alimenticio legal que consumió, fue sancionada por 16 meses, comenzando retroactivamente desde el test que se realizó a fines del 2013, y no por los dos años habituales. Ello le permitió llegar justo a tiempo para los Mundiales del 2015 en Kazán, donde consiguió el oro en los 100 braza.

Tampoco ayudó en su reputación la sanción provisional que recibió este año por el consumo de meldonium, de la cual se vio finalmente absuelta ante las nuevas normativas establecidas por la Agencia Mundial Antidoping (AMA) tras la ola de casos de la sustancia que está prohibida desde el 1 de enero pasado.

Críticas de Phelps

El histórico nadador estadounidense Michael Phelps se sumó a las críticas hacia Efimova al considerar que su presencia en los Juegos Olímpicos de Río es contraria al espíritu del deporte. «Que alguien haya dado positivo no una vez, sino dos, y aún así tenga la oportunidad de nadar en estos Juegos... rompe mi corazón», señaló Phelps. «Me gustaría que alguien pudiera hacer algo al respecto», agregó el máximo campeón olímpico de la historia. «Pienso que vulnera lo que debe ser el deporte».

Al igual que Phelps, su rival en la final, Lilly King, también apuntó a Efimova. «Esto demuestra que puedes competir limpio y aún así estar en lo más alto con todo el trabajo que haces», indicó la joven estadounidense.