Llanto en Río de Janeiro

FERNANDO REY TAPIAS

DEPORTES

ROBERTO SCHMIDT | afp

Djokovic se queda sin el objetivo prioritario de su temporada y Del Potro tiene el justo premio a su constancia

09 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Del Potro llora apoyado en el hombro de Djokovic. El serbio no puede evitar las lágrimas en su despedida de la pista Central de Río. El público asistente es consciente de que ha vivido un momento histórico. Novak se queda sin la posibilidad de conseguir el objetivo prioritario de la temporada. El argentino tiene el justo premio a una persistente constancia en luchar contra las lesiones tras largas temporadas alejado de las pistas.

Delpo que en el 2009 ganó el US Open y subió hasta el n.º 4 de la clasificación mundial, era el jugador llamado a competir estos años, con Federer, Nadal, Djokovic y Murray en la élite del tenis masculino. Sin embargo, una lesión en su muñeca izquierda de la que se operó en Estados Unidos, frenó su progresión.

En su retorno a las pistas en 2011 protagonizó la subida mas espectacular del año pasando del puesto 484, al que le había llevado su inactividad, hasta el puesto n.º 11 de la ATP.

En el 2012 y en el 2013 continúa su progresión acabando en los puestos 7.º y 5.º respectivamente y consiguiendo el bronce en Londres tras perder con Federer 19-17 en el tercer set y ganando a Djokovic en el partido para decidir la 3.ª medalla. Las molestias en la muñeca persisten, pero lo peor estaba por llegar, ya que a principios del 2014 le aparecen problemas en la otra muñeca que le obligan a parar y volver a operarse. No se recupera y en el 2015 necesita de una nueva cirugía.

El argentino no se rinde, y tras dos temporadas fuera del circuito, regresa desde el puesto 1042 de la ATP. Con un juego diferente, ya que las molestias y el temor, le obligan a utilizar el revés cortado en exceso en detrimento del su revés a dos manos, el tandilense va recuperando sensaciones. En la segunda ronda de Wimbledon, el público de la catedral le dedica una interminable y emotiva ovación tras su victoria sobre Wawrinka, reconociendo no solo su buen partido, sino sobre todo el mérito del esfuerzo enorme realizado, durante tanto tiempo de soledad e incertidumbre, para volver al máximo nivel.

En todas estas temporadas de graves problemas para el argentino, es cuando el serbio acaba de encontrar el equilibrio necesario para poder sacar provecho a sus extraordinarias condiciones, y tras ganar la Copa Davis para su país, alcanzar la primera posición del ránking mundial consiguiendo un palmarés extraordinario al que no le falta ningún gran título salvo uno: el oro olímpico.

El azar del sorteo enfrentó la ilusión de un jugador de un potencial enorme, capaz de ganar a cualquiera, deseoso de alcanzar grandes momentos, los que seguro que soñó para mantener las duras e interminables sesiones de recuperación, contra la ansiedad del favorito, conocedor del peligro que un buen día de Delpo podía suponer, y sabiendo que no tenía margen de error. Una derrota significaría el adiós a su sueño hasta dentro de cuatro años, un período muy largo. Explicables pues tanto las lágrimas de uno como las de otro, en un torneo ahora mas abierto tras la eliminación del principal favorito.

Un torneo atípico

La propia periodicidad del mismo, ya supone de por si una clara diferencia sobre el resto de torneos, pero los jugadores y jugadoras que participan en Río sienten mas diferencias sobre cualquier otro torneo. Son pistas nuevas, en un lugar no habitual y con un trato diferente al que están habituados (los jugadores con la ATP y las jugadoras con la WTA).

En Londres al celebrarse en Wimbledon los participantes no notaron tanta diferencia, pero en esta ocasión se han podido ver detalles de fallos organizativos, impensables en un torneo de categoría, como el que el marcador a la altura del fondo de la pista, dificultando la visión de los jugadores.

Además de la periodicidad y de la novedad de instalaciones y organización hay otra característica que hacen especial al torneo olímpico, como es la representación que hacen los participantes de sus países. A diferencia del resto de torneos a lo largo del año en el que compiten individualmente, excepto las Copas Davis y Federación, en esta ocasión, todo un país está pendiente de los resultados conseguidos en competencia con el resto del mundo.

Todo ello significa una oportunidad histórica para los mas modestos para conseguir la gloria, y una mayor responsabilidad para manejar la presión a los considerados como favoritos.