¿Pueden los niños practicar boxeo?

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

MARCOS MÍGUEZ

Los programas de formación de la federación protegen a los más pequeños evitando el contacto entre ellos, permitiéndoles iniciarse a los seis años con ejercicios que potencian la psicomotricidad

05 jul 2016 . Actualizado a las 14:24 h.

El boxeo se ve obligado a enviar a la lona todos los preconceptos que pesan sobre esta disciplina olímpica que muchos rebautizan como el noble deporte del pugilismo. Modalidad deportiva que se practica desde tiempos inmemoriales y que en los Campeonatos de España de aficionados tendrá la máxima expresión de sus valores.

Sin embargo, solo con el paso de los siglos, este deporte se ha ido abriendo hacia su práctica en edades tempranas. Es ahora cuando los más pequeños pueden practicar boxeo de una forma carente de peligros y con la seguridad de que además están potenciando sus habilidades psicomotrices.

Javier Pardo, director técnico de la federación española, explica que el Programa Nacional de Tecnificación Deportiva (PNTD) es una de las bases de las actuaciones con los menores. Nueve técnicos en España (en Galicia, Antonio Rebouras) realizan un proceso de selección hasta elegir a tres púgiles para una concentración nacional competitiva.

Sin embargo, la clave del trabajo con los niños es previa a este PNTD: los grados de la evolución deportiva, un sistema de certificación global (mediante guantes de colores que actúan como los cinturones en yudo) en función de los conocimientos técnico-tácticos y nunca vinculado al contacto (no hay contacto desde los 8 a los 15 años en el programa de grados; la competición comienza a los 16 años). Hay seis grados generales y cuatro específicos y son varias las disciplinas federadas que trabajan conjuntamente en su desarrollo.

Para determinarlos, se realizan pruebas físicas (en este aspecto no hay límite de edad, porque lo que se determina son los grados, el nivel de cada púgil). Además, se ha ampliado la cuota de licencias de enseñanza (escolares) para que un niño pueda tener licencia no de contacto. 

Desde los seis años de edad

Un niño podría empezar con la práctica del boxeo en un gimnasio certificado y con técnicos titulados por la federación y habilitados como técnicos de evaluación de grados para niños y adolescentes en clubes federados desde los seis años de edad. «En este caso se centran en actividades de tipo coordinativas, de destreza psicomotriz. Se trabaja el boxeo en aspectos técnico tácticos unidos a la preparación física adaptada a la edad del niño», explica Pardo.

Por ejemplo, se practican juegos de tocar en el hombro, comba, punching, actividades oculomanuales, y por parejas el ataque y la defensa, pero siempre sin realizar contacto.

Antes de eso, los niños deben certificarse en los clubes hasta un cierto grado y después los específicos (ya en edad adolescente) deben realizar pruebas físicas delante de un tribunal (Box Talent, herederos de los circuitos nacionales de formas que incluían comba, saco y sombras), aunque todo continúa siendo sin contacto. «La figura de los pre-grados permite que un colegio pueda incluir el boxeo como actividad extraescolar dentro de otra variedad de deportes», explica Javier Pardo. Por otra parte, los campeones de España y los procedentes del PNTD de edades entre quince y veintidós años son seleccionados para acudir al Centro de Alto Rendimiento de Murcia.

Desde la federación y por medio del director técnico, quieren lanzar un mensaje a los padres que están sopesando la opción de que sus hijos pequeños comiencen a practicar boxeo como actividad complementaria. «En la actualidad, la mayoría de los centros deportivos tienen el boxeo como actividad de fitness, por su potenciación de la fuerza, resistencia, agilidad y coordinación. Todo ello siempre sin contacto, de manera que en muchas ocasiones es fácil poder ver a los padres entrenándose acompañados de los niños», explica Javier Pardo. «También hay que recordar que el boxeo fomenta el desarrollo psicopedagógico y se aplican técnicas de aprendizaje de idiomas intensificando la labor educativa, además de aspectos nutricionales y criterios de unificación de otros deportes de contacto», concluye.