Yolanda Parga: «Representar al arbitraje español en Río es todo un honor para mí»

Iván Antelo A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

CESAR QUIAN

La ártibro estará en sus segundos Juegos Olímpicos tras haber participado en la final del último Mundial

04 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Yolanda Parga Rodríguez (A Coruña, 1978) acaba de finalizar una nueva temporada como árbitro asistente de la Tercera División madrileña. Pero ya tiene un nuevo objetivo en el horizonte. La FIFA la ha designado para actuar como asistente en los próximos Juegos Olímpicos de Río. Será la única española. Ya había estado en Londres 2012 y además participó en dos Mundiales (la última final incluida) y una Eurocopa (también presente en la lucha por el título).

-¿Qué supone para usted estar en los Juegos Olímpicos de Río?

-Recibir una designación de este tipo es todo un honor para mí, así que estoy muy contenta. El fútbol femenino está avanzando mucho y su arbitraje también. Así que cada vez es más complicado que te nombren para una cita así y es todo un honor poder representar al arbitraje español en Río.

-¿Estará en la villa olímpica?

-No. Los árbitros estamos fuera. En cierto modo se trata de cuidar la imagen y de evitar que no haya problemas.

-¿Qué recuerdos tiene de Londres 2012?

-Suele decirse que para los futbolistas es más importante estar en un Mundial. En cambio, para el arbitraje estar en unos Juegos supone un reconocimiento diferente porque vamos muchos menos. En los Juegos estamos la cuarta parte de los árbitros que había por ejemplo en Canadá. Así que el recuerdo es muy bueno. Por eso, porque ves que valoran más tu trabajo, y también por todo lo que vives. Puedes ir a ver otros deportes y se respira un gran ambiente deportivo.

-La mayoría de deportistas dicen que unos juegos son lo máximo, ¿para usted también?

-Aunque para el fútbol un Mundial es mucho más importante, para el fútbol femenino no hay tanta diferencia. Los equipos lo viven muy intensamente así que para nosotras también es una gran oportunidad.

-Ya tiene un largo recorrido, con 2 Mundiales, 2 Juegos y 1 final de Eurocopa, pero aún es joven. ¿Tiene intención de seguir hasta los 45 o lo dejará antes?

-Que sigas ahí. Así que mientras pueda me mantendré arbitrando. De entrada, ya me he colegiado para la próxima temporada.

-¿Le queda algún sueño por cumplir en el arbitraje?

-No. He estado en los mejores campeonatos, pero no por ello estoy con menos ilusión. Cada designación que recibo la vivo con una alegría enorme. Yo disfruto un montón con lo que haga. Recuerdo que cuando empezaba era la más pequeña y recibía el apoyo y los mimos de todos. Ahora soy casi la abuela [sonríe] y soy yo la que va cuidando a los demás. Pero no por ser mayor y tener más experiencia dejas de aprender.

«Me gustaría que mis hijos fuesen árbitros»

Yolanda Parga es la punta de lanza del arbitraje femenino español. Pero avisa que el nivel sube.

-Ha sido y es la representante española en las citas más importantes, pero no hay árbitras principales. ¿Por qué?

-Hasta ahora no hemos tenido suerte en ese sentido, pero a veces no es solo cuestión de ser bueno. Hay que estar en el momento idóneo y tener suerte. Ahora están despuntando más colegiadas jóvenes, que vienen muy preparadas, así que no tardaremos en que árbitras principales españolas estén en grandes citas.

-Ha acompañado a árbitros de múltiples nacionalidades. ¿Se entiende bien con ellas?

-FIFA y UEFA intentan que haya una linea de trabajo común en el arbitraje de todas sus federaciones asociadas. Así que no hay problemas. Además, en los partidos internacionales que hay durante el año vamos rotando y al vamos coincidiendo todas con todas, igual al menos una vez al año.

-Trabaja en un centro penitenciario como trabajadora social. ¿Habla allí de fútbol y de arbitraje?

-Con los compañeros sí, pero luego con los presos no por motivos seguridad. Intentamos dar los mínimos datos posibles.

-Está casada con Carlos Megía Dávila, exárbitro de Primera que ganó dos trofeo Guruceta ¿le da muchos consejos?

-Me ayuda mucho. Es alguien muy importante para mí en ese sentido. Y no solo en el arbitraje. A esto hay que dedicarle muchas horas para estar muy bien preparada, tengo dos hijos y él se queda a cargo de los críos muchas veces.

-¿Bromea con su marido con que usted lleva más torneos internacionales que él?

-[Risas] No, no hace falta. Él está muy contento por cómo me va. Cuando él arbitraba también me gustaba mucho ver cómo lo hacía.

-¿Cómo lleva lo de compaginar la faceta de madre con el arbitraje?

-De locos [suspira]. Mi vida deberia tener 26 o 27 horas. Está claro que la casa siempre es cosa de dos y en ese sentido no hay problema y por eso sale también todo adelante. Lo hablaba el otro día con una compañera de Murcia: al final tienes que ser buena esposa, buena madre, buena árbitra... Pero cuando estás a gusto con lo que haces todo es más fácil.

-Con los padres que tiene, ¿sus hijos serán árbitro también, no?

-Ay pobrecitos [risas]... Otra cosa no, pero en mi casa el fútbol siempre está puesto. Pero los críos deben hacer lo que les gusta.

-Pero, ¿les gustaría que lo fuesen?

-A mí, el arbitraje me gusta mucho. Me ayudó a madurar y a hacerme como persona. Así que a mí sí que me gustaría. Esto es hacer deporte y ayuda a formarte como persona.