100 últimos días de estrés olímpico

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

ÁNGEL MANSO

Los Juegos generan una tensión como ningún otro evento y los gallegos aplican diferentes estrategias

27 abr 2016 . Actualizado a las 13:41 h.

Desde esta madrugada faltan 100 días para que el fuego olímpico alumbre el Estadio de Maracaná. Tres meses y pico para una cita como ninguna otra. Cinco de los gallegos que se machacan estos días con la mente en el horizonte de los Juegos admiten que el reto genera un estrés diferente. Un diploma o una medalla garantizan un estatus. Hasta la mera clasificación provoca situaciones de ansiedad. Por eso Ana Peleteiro tantea su traslado a Lisboa, para lograr la mínima de triple salto lejos del ambiente de presión de la residencia Joaquín Blume de Madrid, con decenas de deportistas al límite.

Támara Echegoyen

«Estoy convencida de que generan más presión». Oro en Elliott en Londres, la regatista pontevedresa Támara Echegoyen confirma que los Juegos propician una tensión diferente. «Estoy convencida de que generan más presión. No solo porque se celebran solo cada cuatro años, sino porque a muchos de nosotros nos permiten reembolsar algo a todos los que nos apoyan, al dejar de ser invisibles». Aunque trabaja con la psicóloga Patricia Díaz, la preparación mental para que la exigencia y los días de espera no le afecten atañe «a todo el equipo, desde los entrenadores hasta la gente con más experiencia». Su preparación última para los Juegos de Río 2016 no guarda comparación con la de Londres 2012. «Entonces no estuvimos clasificadas hasta abril, y ahora lo sabíamos desde hace más tiempo. Estamos concentradas y tranquilas gracias a todo el equipo que nos quita la presión», añade justo antes de regresar a Santander junto a su tripulante del 49er FX, la cántabra Berta Betanzos.

Javier Gómez Noya

«Tienes solo una bala, te las juegas a una y te puede salir bien o mal». «El año olímpico genera más estrés que otros. En las Series Mundiales tienes muchas carreras, muchas oportunidades... Pero a los Juegos necesitas llegar fresco, en las mejores condiciones y tienes solo una bala, te la juegas a una y te puede salir bien o mal». Con cinco títulos mundiales y ante su tercera cita olímpica, el triatleta Javier Gómez Noya no retoca su preparación mental. Nunca trabajó con psicólogo. Y prefiere entrenar en casa -en este caso entre Pontevedra y Lugo- antes de pasar todo el día en el ambiente de un centro de alto rendimiento, como le sucedió a Peleteiro. «Hay gente que necesita desconectar. A mí no me importa hablar de triatlón, pero también me gusta despejarme y hacer otras cosas. Y, bueno, nunca fui muy partidario de centros de entrenamiento. Nunca estuve interno en ninguno y hago las cosas a mi manera porque creo que es lo que mejor me va», razona.

Teresa Portela

«Al final, cada vez los ves más cerca y te generan ansiedad». Para cargarse de ilusión, la palista Teresa Portela enfoca los Juegos como si no los fuese a vivir «nunca más». En Río afrontará los quintos, en K1 200. Aunque estos últimos 100 días nada tienen que ver con los que precedieron al viaje a Sídney con 18 años. «Ni me lo esperaba ni entraba en mis objetivos. Fue un subidón que llegó tarde, y me preparé sin más. Ahora los Juegos son un objetivo, sé que debo entrenar, cuidarme, descansar, alimentarme de la mejor forma...». Tiene decenas de medallas internacionales, pero el cosquilleo actual es diferente. «Yo intento seguir rutinas para evitar la presión añadida de los Juegos, en los que hasta la clasificación es más difícil. Sería un sinvivir pensar siempre en ellos. Intento centrarme en cada semana, en el plan del día. ?Hoy tengo estas series y quiero hacer tal tiempo?». Esa es la estrategia de la palista de Cangas. Pero la cuenta atrás olímpica desciende. «La última parte es agotadora física y mentalmente porque arrastras 11 meses de entrenamientos y las sesiones son más intensas. Deseas que lleguen ya, cuanto antes. Inconscientemente, al final cada vez los ves más cerca y te genera ansiedad». A sus 34 años, no tiene psicólogo.

Alessandra Aguilar

«El colapso está siempre en mente, pero nunca me pasó». «Entiendo que haya mucha gente que esté de los nervios porque se gana sus becas y está ante su gran escaparate. En el atletismo tenemos Mundial o Europeo todos los años, aunque la importancia de los Juegos es mayor también para nosotros», admite la maratonista Alessandra Aguilar, a la que preocupa un asunto: una posible lesión. «El colapso está siempre en mente, pero nunca me ocurrió. Porque yo siempre digo que, aunque estés seleccionada, persiste un miedo hasta que no llegas ya a la sede. Una lesión antes de los Juegos duele todavía más», explica la atleta lucense de 37 años, y que vivirá su tercera cita olímpica. Becada en la Blume como externa, no ha sufrido el sentimiento de burbuja. «Yo nunca viví allí, y siempre tuve amigas en la universidad y fuera de allí. Desconecto». Con mínima para Río, el día 3 conocerá la convocatoria española.

Miguel Alvariño

«Si estoy fuera, hablo con mi psicólogo todos los días». El psicólogo está presente en las rutinas del arquero pontés Miguel Alvariño, que estos días pelea en Shanghái por consolidar una de las tres plazas que logró para España el año pasado: «Si estoy fuera, hablo con mi psicólogo todos los días y a través del wasap trabajamos cosas». Así le pasa ahora en Shanghái, en contacto con Jaime Montero, al que ve dos días a la semana cuando está en casa. «La tensión ante unos Juegos es diferente, porque te juegas cumplir un sueño. Pero yo pretendo disfrutarlo. Ya allí, me gustaría tener esa presión y mucho público. Todos estos nervios son necesarios para no conformarse y lograr un gran resultado». Río serán sus primeros Juegos.