«No final sempre da certo»

Antón Ruanova

DEPORTES

18 abr 2016 . Actualizado a las 09:24 h.

Hasta ayer lo único que protagonizaba el debate en Brasil era el proceso de destitución abierto en el Congreso contra la presidenta Dilma Rousseff. Esta circunstancia es reveladora del momento político extraordinario en el que se encuentra ahora el país. Los casos de corrupción y las dificultades económicas han pasado a monopolizar cualquier conversación de un gigante que hasta hace poco navegaba a velocidad de crucero. Quizás a partir del 3 de mayo, cuando la antorcha comience su particular carrera hacia Río, los Juegos Olímpicos vuelvan a saltar a la primera línea informativa y recuperen el espacio que la magnitud del acontecimiento también merece. Y, tal vez, entonces se modifique la imagen que hasta este instante ha cuajado sobre los Juegos. Y que libera la sensación de que todo va a salir mal, de que hay notables retrasos en las infraestructuras, los problemas recurrentes de inseguridad... todo enfilado a un desastre organizativo.

Pero aquí hay una frase que he descubierto que resume a la perfección la forma en la que se resuelven en Brasil las complicaciones: «No final sempre da certo». Es decir, al final, nadie sabe muy bien cómo, pero aquello que parecía tan negro, se acaba resolviendo milagrosamente. Ya sucedió, por ejemplo, con el Mundial de fútbol. Hasta pocas semanas antes de que el balón echase a rodar cualquiera que repasase las noticias sacaría como conclusión de que habría estadios que no estarían listos para albergar la Copa del Mundo y que a los turistas no tenían asegurado regresar a casa con la cartera en el bolsillo. Pero no fue así. Al final Brasil se vistió de gala y terminó acogiendo de forma más que digna un Mundial sobre el que había una avalancha de dudas.

Con esto no quiero decir que los problemas no existan. Son innegables. Pero, al mismo, tiempo semeja que el momento político ha ayudado a catalizar el mensaje de que todo es un desastre. Dicho de otro modo, se percibe un especial interés en vender esa mala imagen de inseguridad, plazos incumplidos en la construcción de las infraestructuras, la contaminación... hay bastante gente interesada en aprovechar cualquier excusa para manchar la gestión del Gobierno.

Si al final se cumple el dicho y la candidatura cumple su proyecto, estoy seguro de que el mundo va a disfrutar de unos Juegos espectaculares. Pocas ciudades en el mundo hay tan especiales como Río de Janeiro. Su orografía especialmente caprichosa, que la convierte en un enclave sin parangón, y el parque nacional urbano más grande del planeta -Parque Nacional da Tijuca- son el ingrediente perfecto para que la cita olímpica desprenda fotografías para el recuerdo, instantáneas que permanecerán grabadas en la retina de los aficionados al deporte durante generaciones.

Antón Ruanova es un triatleta de Santiago de Compostela, con nacionalidad brasileña y actual campeón de Sudamérica.