Simplemente quiero destacar que lo ideal y correcto sería que el club se esfuerce por defender un proyecto de un entrenador del que conoce la trayectoria y su modo de trabajar y que lo firma el pasado verano, hace apenas unos meses, y que sin embargo, en ese breve período de tiempo lo que hace es retirarle toda la confianza y prescindir de él. Yo personalmente llego a la conclusión de que la palabra proyecto no existe, de que realmente está falta de contenido en el mundo del fútbol. Está claro también que en un club como el Real Madrid, los resultados están por encima de todo y eso es lo que se transmite con decisiones como la tomada con Rafael Benítez. Ya es obligación estar primero en la clasificación y no es suficiente con ocupar la tercera posición de la Liga. La presión además parece que influye mucho más que los criterios puramente deportivos y al final también parece que el propio presidente se deja influenciar por este tipo de presión proveniente del entorno del club.