Tania Fente actuará mañana como jueza de línea en el partido clasificatorio para el Campeonato de Europa femenino entre las selecciones de Israel y Gales
30 nov 2015 . Actualizado a las 10:47 h.La perseverancia se ha convertido en fiel compañera de viaje de Tania Fente (Monterroso, 1988). La árbitra debutará mañana como internacional. Ejercerá como jueza de línea en un partido clasificatorio para el Campeonato de Europa. En él se enfrentarán Israel y Gales. El escenario será Tel Aviv. Y el partido en sí mismo será una recompensa para una mujer que hace cuatro años resultó agredida en un encuentro de categoría autonómica. Con la tenacidad y la fe en sus posibilidades como compañeras de viaje, no se desanimó y siguió adelante con un oficio que le entusiasma. El sueño se cobrará en unas horas otra porción de realidad.
Tania Fente lleva una vida ligada al balompié. Se inició en el fútbol sala, en el Donapel de su Monterroso natal. Posteriormente, cambió los pabellones por el césped y se enroló en equipos lucenses como el Muralla y la Milagrosa. Pero, pronto, un silbato abriría una encrucijada ante ella. «Cuando estaba estudiando, me enteré de que se iba a impartir un curso de árbitros y sentí curiosidad. Un amigo me animó a hacerlo. Después, aunque lo compaginé con ser jugadora, tuve que tomar una decisión. Fue difícil, pero, al fin y al cabo, elegí la mejor», relata.
Su momento más delicado en un campo de fútbol llegó en marzo de 2011, cuando fue agredida por dos jugadores cuando ejercía como juez de línea en un encuentro en A Pastoriza. «Fue el peor episodio de mi carrera, pero prefiero no recordarlo mucho», afirma Fente.
Pese a que atravesó un momento complicado, en el que su madre le insistió para que dejase el arbitraje, la colegiada de Monterroso tiró hacia adelante. «Lo tenía clarísimo. Me encanta esto y no dejaré que nadie me robe el sueño», asegura al recordar el capítulo vivido hace más de cuatro años. Parte de aquella aspiración que dejaba entrever por aquel entonces, que era alcanzar la internacionalidad, se cumplirá mañana en Israel.
Autocrítica
Tania Fente debutó esta temporada como asistente en Segunda B. Forma equipo con José Luis Corral. «Estoy aprendiendo mucho y está siendo muy especial», señala.
Pero, a pesar de que lleva una carrera meteórica, también es capaz de realizar autocrítica: «Siempre quedan muchos aspectos en los que se puede mejorar. Detrás de todo esto hay muchas horas de trabajo, de estudio del reglamento, de entrenamiento, de clases de inglés... Hay que seguir adelante, porque las exigencias son cada vez mayores».
La internacionalidad colma, en parte, las aspiraciones de la colegiada lucense. Pero, aparte de sus actuaciones más llamativas, como puede ser la de mañana en Tel Aviv, Tania Fente no olvida sus raíces. No es extraño contemplarla impartiendo justicia en encuentros de fútbol base.
Porque, pese a que vivió un momento delicado hace más de cuatro años, la árbitro lucense contempla el entorno del fútbol con buenos ojos. «No noto que me juzguen de otra manera por ser mujer. Los jugadores y el público me tratan como a los demás. Creo que ven a una asistente, más allá de otras consideraciones», expresa. De hecho, asegura que ha aprendido a abstraerse del ruido externo: «Estoy tan centrada en lo mío durante los partidos, que no me entero de nada de lo que pasa fuera».
Durante el Israel-Gales de mañana, Tania Fente tocará con los dedos una de sus viejas aspiraciones. Lo hará con las ideas claras. Porque, más allá de los silbatos y las tarjetas, a la colegiada de Monterroso le gusta correr la banda para ayudar a un compañero: «Si me volviesen a pedir que eligiese entre ser árbitro en Tercera o asistente en Segunda B, volvería a escoger la segunda vía».