Por gracia de Johan Cruyff

Raúl Caneda A RAS DE CÉSPED

DEPORTES

23 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nos alarmamos hoy con una triste noticia protagonizada una vez más por el cáncer, pero respiramos esperanzados al saber que el que ha de luchar contra él, es un experto de las peleas imposibles. Alguien que llevó al fútbol español desde la nada hasta la exuberancia actual es alguien que puede con todo y pudo con todos.

Cuando Cruyff llegó, España vivía dentro de una metástasis futbolística. Uno se distinguía si era capaz de encontrar defectos al bueno, e inventarle virtudes al mediocre, esa era la fórmula que distinguía al que quería aparentar conocimiento. Era una especie de Edad Media futbolística donde el talento era un sospechoso. Si Fran era el mejor en un equipo donde jugaban campeones del Mundo (Mauro, Bebeto), lo que prestigiaba era encontrarle defectos. Si el Barcelona no funcionaba sin Guardiola, no podía ser más que un espejismo. Si tú no veías al lento que no iba de cabeza es que no sabías de fútbol.

Su Dream Team fue el equipo más contracultural de la historia del fútbol. Una ruptura con la nada en toda regla.

Que Cruyff era diferente por mejor lo demostró esa costumbre tan española de denostar al que destaca. Mientras él transformaba el fútbol español, los entrenadores españoles nos prestigiábamos buscándole defectos a su falta de ortodoxia, es decir, queríamos poner en valor nuestra mediocre ortodoxia. Si Xavi e Iniesta hubieran nacido en esa época, no hubieran soportado ni un día ante los prejuicios dominantes. Era la época que para permitir jugar un bueno, había que compensarlo con un malo al lado en nombre del trabajo.

Cruyff devolvió el fútbol a los buenos, enseñándonos que había que ponerlos a todos juntos, que el único equilibrio se conseguía desequilibrando. Devolvió al fútbol el talento, los espectadores al estadio y la belleza al juego.

Gracias a su legado, todos los que vivimos en el fútbol español gozamos de un plus de provenir del único país que genera cantidades de talento.

Cruyff nos hizo los mejores a pesar de nosotros mismos. Ojalá nos lo pueda seguir contando.