No me falles mañana. Por lo que más quieras. Has completado el mejor torneo con la camiseta de España. Solo falta un paso más. Solo eso. Ya eres dios Gasol para siempre en nuestro país. Pero ahora pon tu bendición en superar a Lituania.
Porque pocos creían en este semirrenovado equipo lituano. Y como nosotros, lo mucho que sufrieron en la primera fase, incluida una derrota con Bélgica y sudaron lo que no está escrito con Estonia y Chequia. Ahí queda eso... Pero estos lituanos tienen un gen competitivo en básket fuera de lo común. La patada a Serbia ha sido monumental. Casi del tamaño de la nuestra a Francia. Interesante encuentro por el bronce... Sigamos encomendándonos a saint Paul Gasolas. No existe parangón en un deporte colectivo nacional, que pueda ser similar a lo que este chico produce en su entorno. En el partido con Francia, sus gestos, su mirada, sus palabras, hacían creer a todos que era posible. No había visto nada igual. Fue una fe ciega. Un recital tras otro recital. Imposible de mejorar.
Pau quiere cerrar su palmarés con España con un oro y algo grande en Río. Lo tiene entre ceja y ceja. La mejor forma de cerrar el ciclo de oro del baloncesto español. Bendito Pau. Tengo a Carlota bendecida en el vientre de su madre desde Indianápolis 2002 cuando Pau la tocó. Os recomiendo a todos que paséis por su santuario. «Mi patria, mi escuela, mi patio». Palabra de Pau Gasolas. Te alabamos señor.
Alberto Blanco es entrenador ayudante de Marcelo Nicola en el Lietuvos Rytas