El gallego, de 25 años, ha explotado de forma definitiva en el fútbol italiano
16 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Iago Falque ha explotado. Esta noche alcanzará el sueño de todo niño. Jugar en el Olimpo del fútbol europeo. Debutar en la Champions. Con los grandes cracs del fútbol internacional. Recibe su bautismo dorado en la Copa de Europa. A los 25 años. En un gran momento de forma. Con el Roma y contra el actual campeón, el todopoderoso Fútbol Club Barcelona, el equipo que lo formó como jugador cuando siendo adolescente decidió abandonar su Vigo natal. «Es un partido muy bonito, es casi un sueño estar presente en él», reconocía ayer el jugador gallego.
Iago verá esta noche muchas caras conocidas. No en vano abandonó la Camp Barça en el 2008 víctima de una indefinición sobre su futuro. Era internacional sub-19, todavía juvenil, pero no contaba ni para el filial que por entonces dirigía Luis Enrique ni mucho menos para el primer equipo de Pep Guardiola. «No hay ningún tipo de rencor hacia él. A veces se intenta seguir hablando de revancha, pero todo lo contrario. Tenemos muy buena relación. Conozco a gente de su staff desde que era pequeño. Nunca he dicho que sea madridista y no siento ningún tipo de revancha por nadie», explica.
Por ello, Falque no escatimó ningún elogio por su ex y no duda en señalar a quién es el mejor jugador del mundo. «Sentimos mucho respeto por el Barça, son los campeones y los favoritos. Jugamos en casa e intentaremos con nuestras armas hacerles daño. Son el mejor equipo del mundo, pero trataremos de hacerles daño», indicó. «Messi es el mejor y no se puede entrenar cómo defenderle o pararle. Intentaremos taparle pero sabiendo que en cualquier momento es decisivo, y más acompañado de grandes jugadores», añade.
Primer año y explosión en Roma
Iago Falque se marchó de las categorías inferiores del Barça, traspasado al Juventus, pero no llegó a debutar en la Serie A con los turineses ni con el Bari, al que se fue cedido. Tampoco tuvo suerte en Inglaterra, aunque el Tottenham le dio la oportunidad de jugar sus únicos siete partidos europeos (en Europa League). Regresó a España y reactivó su carrera en el Almería y en el Rayo. El Génova se fijó en él en el 2014 y firmó una enorme temporada, que le permitió ser traspasado al cuadro capitalino por unos 8 millones. «Llegué a la Roma después de hacer dos años muy buenos, con confianza. Vine para pelear un puesto, pero no me siento ni titular ni suplente, solo trato de aprovechar las oportunidades que me están dando», destaca.
Se siente en un gran momento. «Desde que llegué las cosas han ido bien, a pesar del empate en el primer partido. Ganar a la Juve nos hizo muy bien, no he sentido ninguna presión», finaliza. No en vano viene de marcar gol en la última jornada de la Serie A.