El hijo de Villar, acusado de extorsión

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Gorka, vástago del presidente de la Federación Española, será investigado en Uruguay por crimen organizado

11 sep 2015 . Actualizado a las 16:33 h.

Es el director general de la Conmebol y se supone que está entre los elegidos para reformar la FIFA y acabar con la corrupción en el fútbol. Gorka Villar, hijo del presidente de la Federación Española, será investigado en el marco de una trama de crimen organizado en Uruguay porque ha sido acusado por varios directivos de clubes charrúas de extorsión, según denunció el diario La República, de Montevideo.

¿Qué motivos tiene el hijo de Villar para presionar de este modo que podría ser ilícito a los clubes? La jueza uruguaya Adriana De los Santos y el fiscal Juan Gómez están camino de descubrirlo aunque lo que ya saben es que Gorka Villar intenta detener las investigaciones paralelas que se ciernen sobre la Conmebol (organismo del que es uno de los responsables) por graves delitos económicos.

De hecho, la situación es tan flagrante que José Luis Chilavert, Maradona y Romario denunciaron públicamente que la Conmebol era caldo de cultivo de la corrupción en Sudamérica. Y el diario argentino Clarín recuperó una frase de la secretaria estadounidense de Justicia, Loretta Lynch: «La Conmebol pide sobornos, torneo tras torneo, desde 1991». Lo hizo como arranque de una información en la que revelaba que «la firma Datisa firmó un contrato millonario para comercializar cuatro Copas América a cambio de casi cien millones de euros. Y había sido creada cuatro días antes».

La República centra sus investigaciones en el hijo de Ángel María Villar. Asegura que presionó a los clubes «para no investigar los hechos de corrupción de Conmebol, no realizar las denuncias penales y civiles en la Justicia ordinaria». «En caso de hacerlas, les caerían las más duras sanciones deportivas a sus instituciones y a la propia federación», añade.

Relata también el diario uruguayo que en una reunión de los principales dirigentes presuntamente implicados en la trama, el exvicepresidente de la FIFA y expresidente de la Conmebol (detenido en Suiza), Eugenio Figueredo, llegó a decir: «Si no paramos la denuncia, terminamos todos presos porque los dirigentes uruguayos no comen vidrio». Gorka Villar, según el rotativo sudamericano, le tranquilizó con un «la Justicia uruguaya no tiene jurisdicción, esto lo aborto personalmente cambiando el estatuto de la Conmebol y si mantienen la denuncia, no juegan más la Libertadores, la Sudamericana y el tema le damos un punto final en la justicia paraguaya».

La prensa uruguaya continúa con su relato de investigación: «Gorka Villar, mediante presiones y extorsiones, logró parcialmente su propósito, Peñarol y los otros siete equipos uruguayos levantaron la denuncia en la Justicia Penal ya que de lo contrario, quedaban afuera de los torneos continentales, solo la Mutual de Jugadores pudo ratificar con absoluta independencia la misma».

«Sin embargo Gorka Villar perdió la gran batalla, no contaba con una investigación secreta de la justicia de Estados Unidos y que además la Justicia uruguaya tomaría competencia y abriría una investigación que hoy sigue su curso y en la cual el propio Villar se constituye en una figura protagónica por su defensa de los grandes dirigentes continentales que están envueltos en la más grande corrupción de la historia del fútbol mundial», publica.

La República concluye: «El castillo de naipes construido por Gorka Villar se cae cuando finalice la primera instancia de declaraciones en el Juzgado de Crimen Organizado de Uruguay».

El diario aprovecha para explicar cómo llegó Villar a la dirección general de la Conmebol, ya que desde 2011 era solo el director legal del organismo: «El nuevo cargo que ostenta Gorka Villar fue por una decisión propia. Aprovechó un vacío y asumió dicha función con un salario mensual de 44.000 euros. Lo insólito es que recibe un salario anual de 531.000 euros a los que se deben sumar otros ingresos por dietas. Esa cifra es superior a lo que anualmente reciben Olimpia y Cerro Porteño por derechos de televisión del fútbol guaraní».