Los de Nuno apelan al 3-1 de la ida para solventar por la vía rápida una eliminatoria en la que el exceso de confianza podría jugar una mala pasada
25 ago 2015 . Actualizado a las 10:14 h.Es en los momentos cruciales cuando los auténticos jugadores salen a relucir. Al menos así es como piensan en el Valencia hombres como Rodrigo, Alcácer y Parejo. Los tres profesionales llamados a llevar de nuevo al club che al sueño de la Champions. De ahí que el encuentro de este martes ante el Mónaco (20.45 horas, Antena 3) tenga un doble significado para los intereses valencianistas. De un lado está la necesidad económica, toda vez que la inyección de estar en la liguilla europea es un premio cuantioso y con demasiado valor como para desecharlo. Pero también en el seno de la plantilla radica la necesidad de reivindicarse tras un inicio oficial de temporada dubitativo. En el primer encuentro liguero ante el Rayo la puntería falló y la ida frente el Mónaco fue despedida por la afición de Mestalla entre tímidos abucheos al juego de los suyos ante el miedo al haberse podido llevar un susto de mayor envergadura (3-1).
Porque fue en los primeros 90 minutos de la eliminatoria ante el Mónaco donde Nuno comprobó que las confianzas no son buenas. «Nos sorprendieron en más de una jugada», señaló el técnico al finalizar, con la cara todavía interpretando el susto acaecido. La portentosa actuación de Ryan, la intensidad de Feghouli y que el colegiado prefirió mirar hacia otro lado en un penalti a Martial ayudaron a que ahora el Valencia solo tenga que defender un 3-1 a su favor y no remontar un resultado adverso.
Estos condicionantes hacen al Valencia el principal favorito para estar en el bombo de la Champions. Los once hombres con la camiseta blanquinegra que salten al estadio Luis II deben ser conscientes de que toda relajación irá en su perjuicio y el ataque siempre es una buena defensa, pero sobre todo en estas circunstancias. «La eliminatoria no está sentenciada» es la frase que está grabada en el pensamiento de los jugadores valencianos. Como es el caso de Gayá. El lateral no cree un exceso de confianza en sus compañeros aunque avisa que tampoco deben salir en esta ocasión a jugar de tú a tú al contrario. «Lo mejor es salir a esperarlos, atrás, no meter goles al principio, sino aprovechar alguna contra».
En pocas palabras, el canterano dio la estrategia a seguir: controlar la pelota desde atrás agazapados y aprovechar la velocidad de hombres como Rodrigo y el propio Gayá. Una táctica que bien podría salir cara en un duelo de altura. El Mónaco demostró en la ida que no es tan fiero como en décadas gloriosas pasadas, empero tampoco es un equipo desahuciado por embargo balompédico. Por el momento, claro está. Todavía falta por saber cómo influirá en el futuro los hilos que mueve Jorge Mendes a su antojo. Aun así, pese a las bajas de Moutinho y Kurzawa, el Mónaco demostró que tiene un equipo bien plantado para intentar la remontada. Ya lo dijo Jardim. «Esto no ha acabado, queda todavía mucho».
«Ellos tienen que buscar el gol de una forma mucho más precipitada que nosotros, y podemos sacar ventaja de eso. En el partido de ida los primeros veinte minutos fueron muy buenos, y hubo un momento en que perdimos el control», reconoció Nuno en rueda de prensa, y recordando el 3-1 cosechado durante la ida en Mestalla. El técnico valencianista señaló que con el resultado «no hay que especular» en ningún momento. «Tenemos que competir y buscar el gol, no podemos solo defender el resultado, sería una equivocación muy grande. Tenemos que basarnos en nuestra idea de juego, no renunciar nunca a las oportunidades», añadió.
Mónaco: Subasic; Raggi, Carvalho, Wallace, Elderson; Fabinho, Toulalan, Pasalic, Silva; Martial y Cavaleiro.
Valencia: Ryan; Barragán, Mustafi, Vezo, Gayà; Enzo Pérez, Parejo, De Paul, Feghouli; Rodrigo y Alcácer.
Árbitro: Nicola Rizolli (Italiano).
Hora: 20.45 (TV: Antena 3).