Una parte importante del éxito de Carolina, como ella ha reconocido, se debe a su entrenador Fernando Rivas, un estudioso del deporte y que jamás renincia a evolucionar. De hecho, al concluir la final pude hablar con él y ya estaba analizando todos los datos que había dejado el partido. Las celebraciones vinieron después. Y los dos pensamos que tiene todavía mucho margen de mejora. Ha demostrado que puede juegar a un nivel extraordinario, cmo en el primer set o cuando temontó en el segundo, muy similar al tercero de la semifinal. Pero también hay momentos en los que comete demasiados errores no forzados. Si consigue pulir esto, está llamada, sin duda, a dominar el badmintón mundial durante los próximos años.
Aunque ya sabemos que el deporte no es una ciencia exacta y todo puede ocurrir. En los países donde el bádminton es un deporte de masas ya se preguntan qué ha sucedido para que Carolina haya escalado hasta la cima de esta manera, porque ya se han dado cuenta que lo de Carolina no es una casualidad. Y supongo que le harán llegar ofertas a Fernando para que desnude su modelo para otras federaciones. Y también empezarán a imitar esa forma de trabajar que pasa por no parar de evolucionar, se seguir trabajando con el único horizonte que la perfección.
Por este motivo, la jugadora española sorprende a sus contrincantes en cada gran cita, en cada torneo en el que participa. Siempre hay una finta nueva o un golpe diferente que incluir en el repertorio y que hace más complejo descifrar su camino hacia el triunfo. Hoy es una jugadora más completa que lo que era ayer y su desarrollo ha llegado al punto donde las victorias solo dependen de lo que haga ella.