Hat trick en un suspiro

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez LA VOZ / A CORUÑA

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

El centrocampista juvenil rompió al O Val en el inicio del partido de Preferente Norte con tres goles en solo once minutos

31 mar 2015 . Actualizado a las 10:25 h.

Es la generación de oro de los juveniles del Arteixo o es la mano del entrenador Miguel Figueira (y su segundo Manu Sánchez). Pero el caso es que cunde el ejemplo y junto a Javi Manjarín, Lestón, Mario, Óscar y Samu irrumpe esta temporada la figura de Cristian Calviño Busto (Tarrío, Culleredo, 1997). «No cabe duda de que es una buena hornada. Pero tengo que decir que dentro del vestuario me llevo bien con Nano y Aless. Me siento como un hermano pequeño», dice este último.

Juvenil de segundo año y polivalente centrocampista, generoso en el esfuerzo, con desparpajo, buen golpeo y gol, se destapó en la última jornada del grupo norte de la Preferente Autonómica con un hat trick en un abrir y cerrar de ojos.

Tres goles en apenas once minutos (solo se tomó los 120 segundos iniciales para coger impulso) tumbaron al O Val en Ponte dos Brozos (el equipo de Ferrolterra acabó recibiendo media docena). En el primer balón que tocó (minuto 2), progresó desde la banda izquierda superando al lateral y al central y cruzando ya desde dentro del área, con la ayuda de un defensa que desvió ligeramente el balón. «Tuve un poco de suerte, pero abrió la lata», dice.

En el segundo (minuto 10), Pesco envía a Nano por la banda, un mal despeje del central deja el balón en el punto de penalti y Cristian marca a placer. «Este no era difícil», confiesa. El tercero (minuto 13), tras una internada de Iago hasta línea de fondo y pase de la muerte. «Para mí, el más bonito», zanja.

Perseverancia

Fue la culminación de una trayectoria reciente marcada por la perseverancia ante las adversidades. Lesiones de todo tipo salpicadas por crisis de ansiedad derivadas de asuntos extradeportivos supusieron un reto mayúsculo. Pero Cristian no se vino abajo. Al contrario. «De todo se aprende. Ahora me encuentro muy bien, y el equipo también. Estoy motivadísimo gracias a Miguel y Manu. Son increíbles», agradece.

«Estoy muy contento por aportar mi grano de arena, y no me subo a ninguna parra, porque sé mi papel en el equipo. Soy consciente de que hay que crecer poco a poco y no sé lo que me depara el futuro. Pero gracias a los dos entrenadores tengo claro que voy a dedicarme al fútbol», añade.

Después de todas las vicisitudes, Cristian firmó tres partidos como titular y cuatro goles. «Pero tengo mucho que mejorar. Por ejemplo, en el aspecto mental. Cuando cometo errores, me cabreo conmigo mismo y hago las cosas peor», autocritica.

El técnico del Arteixo, Miguel Figueira refuerza: «Necesita sentirse arropado cuando las cosas no le salen bien. Puede mejorar física y tácticamente, pero técnicamente tiene un nivel muy alto». «Las virtudes de estos juveniles son sus condiciones y el descaro, los errores a estas edades se les consienten más. Pero si valen, salen. Yo no los saco, son ellos. Tengo suerte con el vestuario. Veteranos y juveniles, son todos iguales, tienen su momento y lo aceptan. Nadie está de relleno», concluye.