La NBA se pone a dieta

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

Ken Blaze | Reuters

Los cambios físicos de LeBron James y Carmelo Anthony animan el comienzo de la pretemporada

27 sep 2014 . Actualizado a las 19:45 h.

Muchos de los equipos de la NBA celebraron en las últimas horas lo que llaman media day, horas de ruedas de prensa, entrevistas y fotos oficiales que dan el pistoletazo de salida a la pretemporada. El mercado de fichajes fue apasionante con una noticia por encima de todas, el regreso de LeBron James a Cleveland Cavaliers. Ahora, la NBA se entretiene con un debate de peso: el sorprendente adelgazamiento del propio James y de Carmelo Anthony, dos de las grandes estrellas de la Liga estadounidense.

En una competición donde los cuerpos de capacidades atléticas impensables y hasta kilos de más, con músculos hasta en los más pequeños y gigantes duros como la roca, las impactantes imágenes de agosto en las que se veía a LeBron y a Carmelo (aleros capaces de jugar como ala pívots, altos y fuertes para su posición, que siempre han sacado ventaja de su agilidad combinada con kilos que superaban a sus rivales) sensiblemente más delgados generaron un intenso debate antes del Mundial de baloncesto y en las primeras horas de la pretemporada.

Carmelo aún no lo ha explicado, pero sí LeBron James, que dice que aún pesa cerca de los 113 kilos que le da la ficha oficial de la NBA. «Me siento mucho más ligero de lo que he estado jugando en los últimos años. Me siendo bien. He dejado los carbohidratos, los lácteos, el azúcar. Sólo como carne, pescado, verduras y fruta. Lo peor ha sido dejar las tortitas, el helado y las galletas con chips de chocolate. Pero que haya perdido peso y esté más rápido es una mala noticia para el resto de equipos», explicó LeBron en una de las entrevistas en su primer día de regreso a Cleveland.

La experiencia reciente ha debido animar a LeBron James a perder peso. En la final contra los Spurs la temporada pasada, el extremo calor por un fallo en el aire acondicionado en el pabellón de San Antonio le produjo fuertes calambres que le impidieron competir. En su equipo, los Miami Heat, pudo comprobar el pernicioso efecto de un peso y músculo excesivo en un jugador explosivo como Dwayne Wade, que según ha ido envejeciendo ha tenido problemas recurrentes en las rodillas. En Estados Unidos especulan con que LeBron ha decidido aligerar carga en su poderoso cuerpo para empezar a mirar a prolongar su carrera.

Mientras, el caso de Carmelo Anthony es distinto. Un tres anotador con capacidad de rebotear y jugar al poste bajo como un cuatro, en los últimos años en los Knicks ha ocupado en quintentos bajos la posición de pívot. Listado en algo más de 105 kilos, las imágenes que se le pudieron ver en agosto apuntaban a un drástico adelgazamiento que sólo el inicio del training camp podrá confirmar. De fondo, la llegada de Phil Jackson a la presidencia de la eternamente frustrada franquicia de Nueva York, la implantación del sistema del triángulo que elevó a los Bulls y a los Lakers bajo el mando del mítico entrenador, y la necesidad de Anthony de reclamar su estatus de estrella pasada la treintena.

Según laprensa de Nueva York, Anthony ha bajado kilos entrenando tres veces al día en verano, pasando por ejercicios de agilidad, de baloncesto, pesas y yoga, además de bajar drásticamente los carbohidratos. Anthony y James siguen así la misma estela que marcó Kevin Love hace unos años, cuando después de llegar a la Liga estadounidense dedició perder varias decenas de kilos para adaptar su juego y convertirse en una amenaza desde la línea de tres. La NBA, con una tendencia clara a jugar cada vez más rápido y con quintentos más bajos (como probaron los Spurs la pasada temporada para llevarse el anillo), parece haberse puesto a dieta y si dos de sus más rutilantes y mediáticas estrellas han optado por la dieta, es casi seguro que marcarán tendencia en el resto.