Una competidora incansable y voraz

Rafael Vázquez

DEPORTES

01 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Carolina Marín se trasladó a Madrid a los 14 años. Fue una apuesta de Fernando Rivas, su entrenador. Ya apuntaba maneras desde que dio sus primeros pasos y los éxitos no tardaron en llegar. Se proclamó campeona de Europa sub-19 en 2011. Le gusta mucho Rafa Nadal, incluso hace algunos gestos iguales que los del tenista. Es una jugadora de garra y fuerza. Si puede, te come.

Antes del Mundial, Fernando Rivas me pidió ayuda y creamos un grupo de trabajo. Analizamos a sus rivales y a ella misma. Venía de jugar tres Súper Series y la campeona del mundo le había ganado con facilidad en junio. Con lo que tenía, no era suficiente. Y observamos los aspectos en los que presentaba carencias.

Después, nos trasladamos a Tailandia. Permanecimos en Asia tres semanas, con tres sesiones de entrenamiento diarias y una carga de trabajo de unas siete horas por jornada. Allí se ejercitó con la anterior campeona del mundo y pudimos poner en práctica todos los aspectos que había que mejorar. Después, analizamos a fondo a los rivales. Llevaba un plan de juego diseñado para cada partido. Y, de hecho, nos comentaba que, durante los encuentros, tenía la sensación de haberlos disputado antes.

Sus debilidades son mínimas. Quizás siempre se puede pulir un gesto o tratar de que aumente su número de soluciones. Es competitiva hasta el final. Lo lucha todo, como demostró en el tercer set de la final. Tiene mucha fuerza y posee uno de los tres ataques más potentes del circuito.

Ahora que ha ganado el Europeo y el Mundial, su sueño son los Juegos Olímpicos. Se suponía que su preparación iba enfocada hacia el 2020, pero el logro de ayer lo ha adelantado todo. Llegó a China como novena cabeza de serie y su peor partido fue el de debut. Los nervios le jugaron una mala pasada. Después, fue cogiendo confianza y le dio mucha tranquilidad el hecho de llevar los encuentros estudiados. La semana fue increíble y no le afectó el éxito. Es una chica muy simpática y agradable.