Reivindicando el oficio de ariete

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Gonzalo Higuaín, en plena celebración de un gol que le convirtió en el nuevo héroe del Mundial para los argentinos.
Gonzalo Higuaín, en plena celebración de un gol que le convirtió en el nuevo héroe del Mundial para los argentinos. PETER POWELL < / span>Efe< / span>

Higuaín, con dotes de delantero puro, emerge de la nada en el quinto partido

06 jul 2014 . Actualizado a las 15:31 h.

Y al quinto partido apareció Gonzalo Higuaín. El Pipa estaba desaparecido en combate. Era titular, pero no brillaba, apenas aportaba cosas, y de sus goles no había ni rastro. Hasta que empaló una bola ganadora que lleva a Argentina a una semifinal de la Copa del Mundo un cuarto de siglo después. «Nunca perdí la calma, siempre estuve tranquilo. Por suerte se dio en un encuentro importante», comentó. Fue su quinto tanto mundialista, los mismos que un Messi que no anota desde la fase de grupos y tan solo por detrás de mitos como Batistuta (10), Stábile y Maradona (8) y Kempes (6).

Frente a Bélgica, el futbolista del Nápoles no solo hizo el gol del triunfo. También empotró otro balón con el larguero después de una jugada colosal. Volando en una contra al inicio del segundo tiempo, con un caño a Vincent Kompany y un remate que dejó en el suelo a Courtois con el único cometido de seguir la trayectoria del balón. Fue, además, el delantero reconocible. El que busca, o se fabrica espacios, se parte la cara con los centrales rivales y se ofrece en la presión. En total, 42 intervenciones, tres disparos a puerta y un 83 % de efectividad en sus pases. El hombre del partido.

«Siento una gran alegría, el grupo se merece esto. Estoy emocionado, hace mucho que no se daba el paso a semifinales. Así que contentísimo. Por el partido que realizó el equipo, sobre todo. Luchamos mucho por eso», comentó tras el encuentro.

Higuaín, que arrastró problemas por una lesión en la final de la Copa de Italia, la que conquistó con el Nápoles, es un intocable para Sabella. Aunque solo sea por estadística. Fue el máximo goleador de Argentina en Sudáfrica, con cuatro tantos (tres a Corea del Sur y uno a México) y su ratio con la albiceleste es digno de estudio: un gol cada dos partidos. O lo que es lo mismo: 21 tantos en 41 participaciones.

Con su gol en Brasilia el Pipa confirma que la pegada de Argentina va más allá de Messi. De los cuatro fantásticos solo queda Aguero, lesionado, por marcar. Lo resumió del mejor modo Courtois: «Paré a Messi, pero no a Higuaín, que la pegó muy bien».

En semifinales por primera vez desde Italia 90, el exmadridista ya envió el primer mensaje de cara al penúltimo partido del Mundial. «Tenemos que disfrutarlo y descansar para pensar en lo que viene. Hay que ir por la final». Él pone sus goles.