David Cal: «Estoy bien en Brasil, pero hay morriña»

Paulo Alonso Lois
paulo alonso lois REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El canoísta gallego, volcado en la cita de Río 2016, peleará en Moscú por un papel digno en la final

06 jul 2014 . Actualizado a las 11:32 h.

Concentrado en Río junto a su entrenador, Suso Morlán, David Cal llegó el jueves a Galicia, el viernes entrenó algo y ayer ganó un selectivo de C1 1.000 metros para clasificarse para el Mundial de Moscú de agosto. El pentamedallista olímpico volverá a competir en una cita internacional dos años después de su plata en Londres 2012. Acaba de salir del agua y transmite la tranquilidad de siempre: «Salí muy rápido, me puse primero y dominé toda la carrera, controlando un poco a los rivales. Pensé que me costaría más».

-No llegaba bien al selectivo. Para el Mundial, ¿tiene tiempo para poner la máquina a punto?

-Pelearé por entrar en la final y hacer un papel digno. Pero la medalla está difícil. Este año no toca. Igual ahora mejoro bastante, pero con hacer una final decente ya estaría bien.

-Repite la rutina del ciclo olímpico. Descansó en el 2013, su primer año en Brasil, y en este tocaba cargar. ¿Cómo se encuentra?

-Lo veremos en el Mundial. La temporada pasada hubo muchos problemas, se retrasó el viaje a Brasil y ya ni vine al selectivo del Mundial porque no podría ni hacer algo digno allí. Este año ya estoy mejor, y por eso quiero disputarlo. Entrenamos mucho volumen.

-De aquí a agosto, ¿competirá algo más para coger sensaciones?

-No. Este año descarté tanto el selectivo del Europeo como las Copas del Mundo porque prefería seguir entrenando que competir mal. Es que lo malo de cada selectivo es que yo, al final, pierdo dos semanas de entrenamientos por los desplazamientos. Tengo que viajar, adaptarme al nuevo horario, volver a viajar, readaptarme de nuevo... Si voy justito, prefiero seguir trabajando.

-Tras más de un año en Brasil. ¿Ya se encuentra más adaptado, ya disfruta con la experiencia?

-Estoy cómodo, pero es diferente. En Galicia el fin de semana me iba a casa con mi familia, y allí los chicos hacen eso y me quedo un poco descolgado. Hay momentos complicados.

-Que tiene morriña, vamos.

-Estoy bien, pero hay morriña.

-¿Mantienen el plan de establecer una concentración en Río junto a la pista olímpica?

-No. La pista de la Lagoa de Rodrigo Freitas está sin hacer. No tiene el calado mínimo y deben dragar. Si allí hubo retrasos con las obras del Mundial, imagínate con la pista de piragüismo del 2016. Estarán el último día pintado. Nos mudaremos en octubre a Belo Horizonte, y levantaremos allí el cuartel general hasta Río 2016. Allí hay condiciones similares a las que tendremos en los Juegos, con más calor que en Sao Paulo y un viento parecido.

-¿Sigue con la medalla olímpica en la cabeza?

-Sí. Me involucré en este ciclo porque pensaba que aún tenía opciones de medalla. No me iba a poner a entrenar con otra idea. Mantengo el objetivo de la medalla, está al alcance de la mano, ahora hay que estirar el brazo, agarrarla fuerte y conseguirla en el día adecuado.

-¿Qué le transmite su entrenador, Suso Morlán?

-Suso me da caña porque Isaquías [Queiroz, actual campeón del Mundo de C-1 500 y compañero de entrenamientos,] anda bastante más que yo ahora. Toca entrenar. Estar con una persona así es bueno por una parte y desmoralizante por otra. 

-Pero tiene las espaldas anchas ya. 

-Sí, no estoy tan en forma como quisiese, pero hay días en que estoy flojo y el otro me mete por todas partes. Otros días es al revés.

-Si le digo que sale de Rusia con una medalla, ¿me toma en serio?

-Firmo ahora. No hay nada imposible, pero sí complicado viendo como anda Isaquías. Estoy un peldaño más abajo, y para luchar por las medallas hay que subir ese peldaño. Queda tiempo.  

-Antes habló del Mundial, que está viviendo en Brasil. ¿El país se paraliza tanto? ¿Cómo lo vive la gente?

-El partido con Chile era a las cinco, así que cambiamos el entrenamiento para que los chicos lo viesen luego. Al ir a entrenar tuvimos un atasco de media hora, con toda la zona colapsada, y a la vuelta, poco antes de empezar el partido, ya estaba la calle desierta, casi daba miedo, y llegamos al apartamento en tres minutos. La gente echa fuegos, petardos, hace sonar las bocinas para armar escándalo... En Brasil se vive el fútbol de una forma muy intensa.

DAVID CAL CINCO VECES MEDALLISTA OLÍMPICO DE PIRAGÜISMO

«Mantengo el objetivo del podio en Río, está al alcande, ahora hay que estirar el brazo y conseguirlo»

«La medalla en el Mundial que se celebrará en Rusia está francamente difícil»