Me parece cruel que haya debate alrededor de la selección y el modelo de fútbol. ¡Ojalá hubiese grupos como este y con estos resultados cada veinte años! Esta manera de entender y de interpretar el fútbol es la que ha dado los mejores resultados y creo que hay que seguir en la misma dirección.
Lo que está sucediendo en Brasil es un accidente y todo indica que el problema no está en el modelo, sino en que el equipo no llegó físicamente bien al Mundial.
La Liga española es una de las más largas, de las que tiene más contendientes. Y la temporada ha sido especialmente dura para el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid, los tres clubes que más jugadores aportan a la selección. No solo fue la Liga. También la Copa del Rey y la Champions. No hubo tregua en ningún momento. Los jugadores llegaron demasiado exprimidos.
Hablar ahora de si hay que cambiar la manera de jugar es un exceso. Tenemos futbolistas de mucha habilidad y muy buena técnica, hay calidad. Eso es lo que hay que preservar, porque esas señas de identidad son las que han propiciado el éxito. Es inevitable que haya cambios, porque algunos jugadores se irán. Pero vendrán otros. Y otros seguirán. Gente como David Silva, Cesc Fábregas, Mata, Koke.... sigue habiendo muchos jugones.
Lo que no se puede pretender es ganar siempre, estar siempre a un nivel tan alto como el de estos últimos años. Nunca antes ninguna otra selección había sido capaz de ganar dos Eurocopas seguidas y un Mundial. Eso no se puede perder de vista nunca. A veces veo demasiada crueldad hacia gente que ha dado tanto.
España ha encontrado una forma de jugar con la que se identifica y con la que ha logrado sacar un rendimiento fantástico. Con lo que ha costado dar con esa línea, pensar en un cambio de rumbo no entra en mis esquemas. Hay que seguir confiando en la fórmula que ha valido para vivir la mejor etapa de la historia.