América para los americanos

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

A las selecciones europeas se les resiste el título al otro lado del Atlántico

09 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

España evitó en Sudáfrica la propagación del maleficio. Hasta que los de Del Bosque vencieron en Johannesburgo, ninguna selección europea había ganado un Mundial fuera de su continente. Ahora, el reto está en hacerlo en América, donde uruguayos, brasileños y argentinos han vedado el otro lado del charco.

Uruguay 30

Sometidos por la mayoría

Cuatro selecciones -las de Bélgica, Rumanía, Yugoslavia y Francia- fueron toda la representación europea en el primer Mundial, frente a los nueve participantes americanos. La condición de no profesionales de la mayoría de futbolistas de la época echó para atrás a muchos otros combinados del Viejo Continente, cuyos jugadores no disponían de tiempo para afrontar el largo viaje: dos semanas en un trasatlántico que compartieron todos los equipos menos el balcánico. Si los rumanos pudieron participar, por ejemplo, fue solo porque su entonces rey concedió un permiso especial a los miembros de la selección. La FIFA redujo aún más las opciones al vetar a los conjuntos británicos por una disputa de salarios. La escuadra yugoslava fue la única entre las europeas que logró salvar la primera fase, para caer 6-1 ante Uruguay, que se llevaría después el título.

Brasil 50

Las ausencias y el bombo

Las bajas en cadena propiciaron otro Mundial de 13 selecciones, aunque esta vez las fuerzas entre continentes estuvieron más equilibradas (7-6 para los americanos). La expedición europea había quedado nuevamente diezmada por la retirada de Escocia (no quiso ir como segunda clasificada británica), Francia (el traslado le pareció demasiado largo) y Turquía. Además, Italia acusó la tragedia del Superga (sus mejores jugadores habían muerto en un accidente de avión en 1949). Algunos de los que sí se animaron a cruzar el charco acabaron aludiendo a la fatiga para excusar su eliminación -lo hizo Inglaterra tras caer ante Estados Unidos-. Lo cierto es que las retiradas favorecieron a la finalmente campeona. Uruguay llegó a la fase final (junto a Brasil, Suecia y España) ganando a la débil Bolivia en un grupo de dos. Mientras, la España de Zarra tuvo que superar a Inglaterra, EE.UU. y Chile para pasar de ronda.

Chile 62 y México 70

La tiranía de Brasil

Primero fue Garrincha y después Pelé. Si hubo algún motivo para que los combinados europeos volvieran de vacío de Chile y México, en ambos casos se trató de la superioridad de Brasil, guiada por dos de los mejores futbolistas de la Historia (en el 62 Pelé solo aguantó un partido y medio). Checos primero e italianos después sufrieron el rodillo de la Canarinha. Especialmente, en la cita del 70, cuando Jairzinho, Gerson, Rivelinho y Tostao secundaron a O Rei para aplastar a la Azzurra del mítico Gigi Riva.

Argentina 78

Palos y ambiente hostil

El de 1978 fue el Mundial de la vergüenza. Con Argentina gobernada por una junta militar (presidida por Jorge Videla), y los casos de desaparecidos multiplicándose, el ambiente en el que se disputó el torneo fue de tensión extrema. Una presión que denunciaron algunas selecciones como la francesa, que se quejó del arbitraje en el decisivo duelo ante los anfitriones en la primera fase. Aunque el partido que levantó más suspicacias (acusaciones de soborno incluidas) fue el que sirvió a la albiceleste para meterse en la final, superando la diferencia de goles con Brasil gracias a un 6-0 a Perú. El clima en las gradas ayudó a que la selección capitaneada por Pasarella, con Kempes como referente indiscutible, venciese en el último encuentro a una desafortunada Holanda que se estrelló varias veces en los postes y logró forzar la prórroga.

México 86

La altura y la picaresca

Colombia se declaró incapaz de organizar el Mundial del 86 y la FIFA designó a México como reemplazo. La decisión desató en algunos equipos europeos unas protestas ya escuchadas en el 70. La altura a la que estaban algunos de los estadios (el Nemesio Díez de Toluca, por ejemplo, a 2.600 metros por encima del nivel del mar) perjudicaba a las selecciones menos acostumbradas a este tipo de escenarios. Uno de los conjuntos que expresó su desacuerdo fue el inglés, que después sería coprotagonista de la jugada más recordada de los grandes torneos. Maradona marcó con la mano el primero de los dos goles que permitió superar los cuartos a la futura campeona.

Estados Unidos 94

Penaltis y un calor insufrible

Lo más lejos que ha estado una selección de fútbol del Viejo Continente de ganar un título en América fue la tanda de penaltis que alcanzó Italia ante Brasil en el Rose Bowl de Los Ángeles. Allí, Roberto Baggio remató el improbable drama de la delegación europea, que había metido siete equipos en cuartos tras superar adversidades como la del insufrible calor. Cuando Alemania saltó al campo para medirse a Corea en el Cotton Bowl de Dallas, el termómetros rozaba los 45 grados. El dato ejemplifica otro de los problemas de las citas americanas: el clima. En la de este año, habrá partidos en Curitiba y Porto Alegre, donde no será extraño que la temperatura baje de los cero grados, y también en Recife, Manaos, Fortaleza... donde al exagerado calor habrá que sumarle la humedad. Si España ya fue pionera en llevarse un Mundial perdiendo el duelo inicial, este año bien puede poner la primera pica en América.