Florentino Pérez se juega 650 millones en la final de la Champions contra el Atlético

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DEPORTES

MICHAELA REHLE

El Real Madrid invirtió esa cifra desde que el presidente de ACS retomó el cargo en el club en el 2009

21 may 2014 . Actualizado a las 21:09 h.

Bien podría ser la mayor apuesta de todos los tiempos: en un par de horas de una noche de sábado, Florentino Pérez se jugará 650 millones de euros en la final de la Champions contra el Atlético de Madrid. La enorme cifra corresponde al dinero invertido por el presidente del Real Madrid desde que en el 2009 asumió por segunda vez al frente del club blanco. El escenario de la apuesta no será un casino, sino el Estadio da Luz de Lisboa.

Sólo el Atlético de Madrid puede quebrar el sueño florentinista de llevar la décima al club blanco, una nueva Copa de Europa para agigantar la leyenda que se paralizó desde el 2002 con el noveno título ganado en Glasgow. «La Copa de Europa es la razón de ser del madridismo», repite una y otra vez Florentino Pérez cuando tiene la oportunidad. Y esa «razón de ser» originó en el club algo parecido a la ansiedad al ver cómo los años pasaban desde aquel ya remoto 2002.

De aquel equipo sólo Iker Casillas permanece. Bajo su portería, el portero del Real Madrid asistió a incontables proyectos y a un desfile ingente de futbolistas y entrenadores que fracasaron en su intento de devolver al equipo al lugar que reclama su presidente, que viene acumulando fracaso tras fracaso en la Liga de Campeones.

Cuando Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid, lo hizo después de una convulsa etapa con su odiado Ramón Calderón como mandatario. Y nada más llegar sacó de la chistera cuatro nombres poderosos: Cristiano Ronaldo -negociado por su predecesor-, Kaká, Xabi Alonso y Karim Benzema. A esos futbolistas se unieron otros fichajes como los de Raúl Albiol, Alvaro Arbeloa o Esteban Granero. El resultado de aquella temporada 2009-10 fue nefasto: el equipo fue eliminado en octavos de final de la Liga de Campeones pese a la inversión récord de 258 millones de euros en fichajes.

Pérez pegó un nuevo volantazo y eliminó del banquillo a Manuel Pellegrini para encomendar el nuevo proyecto al portugués José Mourinho, con un perfil radicalmente diferente al chileno. En los tres años de Mourinho llegaron Sergio Canales, Mesut Özil, Angel Di María, Ricardo Carvalho, Sami Khedira, Pedro León, Emanuel Adebayor, Nuri Sahin, Raphael Varane, José Callejón, Fabio Coentrao, Hamit Altintop, Luka Modric, Michael Essien y Diego López. En total, cerca de 200 millones de euros de inversión para ganar una Liga y una Copa del Rey.

El Madrid llegó a tres semifinales de la Liga de Campeones, pero no pasó de ahí. «Hemos aprendido a competir», fue el consuelo de Mourinho. Pero aprender a competir no era suficiente para Florentino. El fracaso de Mourinho trajo un nuevo entrenador, el experimentado Carlo Ancelotti, de nuevo con un perfil radicamente diferente al de su antecesor. De la mano del italiano, y con bastante más calma que en la anterior etapa, el Real Madrid llegó a la final de la Liga de Campeones 12 años después.

Millones en jugadores y entrenadores

Pero el logro, pendiente de coronación, no salió gratis, porque el Real Madrid invirtió 190 millones de euros con las contrataciones de Gareth Bale, Casemiro, Dani Carvajal, Asier Illarramendi e Isco. Si la nómina de futbolistas es sustancial, otro tanto se puede decir de los entrenadores. Vicente del Bosque consiguió la Liga de Campeones del 2002, pero un año después fue destituido al día siguiente de ganar la Liga española. Desde entonces se sucedieron los técnicos: Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro, Fabio Capello, Bernd Schuster, Juande Ramos, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti.

Lo que nadie duda es de que la próxima temporada habrá otra inversión millonaria en fichajes, ya que no parece que Florentino Pérez vaya a renunciar a una de sus actividades favoritas, como es la presentación de grandes estrellas en el Santiago Bernabéu. La cuantía dependerá seguramente de si su equipo conquista la soñada «décima» o si vuelve a sumar un nuevo fracaso en el intento. El sábado, en el casino de la Champions, sabrá su destino.